El PSOE descarta votar contra la reforma del Estatuto de Baleares

El PSOE descarta obstaculizar con su voto negativo laaprobación del proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de las islas Baleares. El pleno de la Cámara autonómica debatirá y votará hoy el texto respecto al que el PSOE se abstendrá, o incluso, votará afirmativamente si el PP "hace un gesto de acercamiento". Ésta es la posición del responsable autonómico del PSOE, Alfonso Perales, tras conversar anoche con el máximo dirigente del PSOE balear Francesc Antich.

Ahora bien, el PP, que cuenta con mayoría absoluta en la cámara, mantiene la amenaza de retirar el texto si los socialistas lo rechazan frontalmente. "El PP no puede utilizarnos como excusa si quiere retirar el proyecto", añadió Perales. La dirección socialista cree que el PP balear no puede desprenderse "de la presión de Mariano Rajoy prohibiéndoles que lleguen a acuerdos con los socialistas", insiste Perales. El PP reconoce que la postura del PSOE es determinante para el porvenir del Estatuto ya que la última palabra la tiene el Congreso donde el PSOE tiene mayoría. "Tiene un papel muy importante", reconoce el PP.

Al no haber cuajado un acuerdo general con el PP, los socialistas confían en poder recuperar las negociaciones en el trámite parlamentario, en cuanto a la financiación del déficit histórico, el régimen especial y los consejos insulares, cuya redacción responde al criterio del grupo popular.

El PSOE pretende hacer notar sus tesis en temas que el PP plantea como inamovibles: la inversión del Estado de 3.000 millones de euros en 10 años por "déficit acumulado de infraestructuras", en lugar del 2,5% anual del PIB consensuado con la oposición -el presidente Jaume Matas se empeñó a última hora en reclamar "la obligación" de un régimen especial de contenido fiscal y económico- y la equiparación automática con Canarias. El ritmo rápido en la creación del Consejo de Formentera es "intocable" para el PP.

El catalán

El líder socialista, Francesc Antich, contra la tesis que ha propagado Matas, recordó que no persigue abrir polémica sobre la "obligatoriedad" de la lengua catalana y su equiparación al castellano. Antich, diputado a Cortes y futuro candidato autonómico, quiere añadir en el proyecto nuevas conquistas sociales y definir las competencias y finanzas de consejos y ayuntamientos. El PP consideró que la arquitectura de su texto está perfilada y aseguró que ha incorporado cerca de la mitad de las enmiendas socialistas. Joan Huguet, portavoz del PP, dijo que la principal novedad es que consagra los consejos insulares "como instituciones básicas de la comunidad, con capacidad reglamentaria sobre sus competencias".

El Gobierno balear trastocó la estrategia del PSOE al crear, con urgencia y plenas competencias, el nuevo Consejo de Formentera -para 7.000 personas- desgajado del de Ibiza -con 100.000 habitantes-, que puede restar peso político a la izquierda. Huguet negó que el Estatuto cree una confederación insular: "El Gobierno mantiene el papel de coordinación sobre la continuidad territorial".

El Estatuto será votado en sus 92 artículos, siete disposiciones adicionales y 10 transitorias, para que cada grupo pueda defender su posición, antes del refrendo global. El PP y la minoría que le apoya Unió Mallorquina votarán a favor. Los socialistas mantendrán el sí, o la abstención, y votarán en contra el PSM de Mallorca y Menorca, Esquerra Unida y Els Verds.

Juan Flaquer, portavoz del Gobierno de Matas y el líder socialista, Francesc Antich, apelaron ayer al sentido de la responsabilidad para "agotar" la negociación. Antich pidió al PP que no retire el proyecto y frustre el proceso de reforma y expresó las "ganas, voluntad e ilusión" del PSOE de alcanzar "un gran acuerdo".