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Reportaje:Degradación en en centro

Una película de yonquis y peleas

Vecinos de Desengaño cuelgan un vídeo en la Red para denunciar el deterioro del barrio

Soledad Alcaide

Siempre ha habido mendigos en los soportales de la plaza de Soledad Torres Acosta. Siempre ha habido prostitutas apostadas entre las calles del Desengaño, Tudescos, Luna y Ballesta. Desde hace dos años la droga se ha adueñado del barrio. Una zona donde viven unas 5.000 personas, la hermana desfavorecida del distrito Centro, a pocos metros de dos de las calles más comerciales de la ciudad, Gran Vía y Preciados. Los vecinos, después de presentar centenares de denuncias y no obtener resultados, han colgado en la Red un vídeo que muestra la degradación de su barrio: en él se ven niños que comparten el parque infantil con indigentes que dormitan bajo sus columpios, hombres consumiendo crack y preparándose sus dosis de heroína, peleas y trapicheo de drogas, día y noche.

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"Ésta es nuestra respuesta al video de la M-30 que reparte el Ayuntamiento de Madrid. Con las grandes obras viarias, tiene abandonado el centro, que está peor que nunca", afirmó ayer la presidenta de la Asociación Vecinal Barrio de Universidad, Isabel Rodríguez, durante la proyección del video que han grabado.

Antes de mostrar las imágenes, los representantes de la asociación, que tiene dos centenares de miembros, ironizaban con la "casualidad" de que, por la mañana, la policía patrulló las calles y la plaza quedó vacía a una hora en la que siempre hay prostitutas y toxicómanos.

Nada que ver con las imágenes del video, donde los niños que juegan en el parque infantil de la plaza comparten espacio con borrachos que se defienden del calor dormitando bajo los columpios. Por todas partes, hay personas tiradas en el suelo semiinconscientes, a veces sobre sucios colchones o entre la basura. A pleno día o de noche, la plaza está llena de gentes sin ocupación, que grita, se pelean, arman escándalo... Y constantemente se drogan. En varias imágenes, se aprecia a diferentes personas preparándose la dosis o fumando chinos [cigarros de heroína].

"En el video no salen los olores", apunta José María Alonso, otro vecino. "Huele constantemente a meado, porque beben y luego orinan unas 50 veces al día. Los yonquis pegan patadas a los portales, para encontrar uno abierto en el que picarse. Aquí no hay servicios sociales, los tienen abandonados para que mueran", apostilla.

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El video, grabado por Tino, un vecino de la plaza que prefiere que no se diga su apellido, por miedo a represalias de los okupas de su calle, recoge imágenes de un solo día, un viernes del mes pasado. "Esto no es contra los indigentes, sino contra la gente que se muere en la calle sin que nadie haga nada", afirma. "Esto es un cementerio de toxicómanos".

Su casa está justo enfrente de la esquina de la plaza que toma el grupo más numeroso de toxicómanos, medio centenar, cada día. "Al principio te dan pena. Luego te dan asco. Y, después, nada. Yo los veo como cerdos, que comen y cagan en el mismo sitio", reflexiona. Y matiza: "Cuando vine a este barrio a vivir, yo no era así".

Una hora en casa de Tino aporta empatía con la situación que vive. Los gritos entran constantemente en su salón. Y ayer a mediodía, apenas una decena de ellos resistía el calor. Por eso Tino comentaba: "Esto no es nada. Hay que venir por la noche o el fin de semana, porque después de todo el día al sol y bebiendo se hace insoportable". Frente a su balcón, una chica, muy joven de aspecto, empinaba una litrona. Beber en la calle está penado con una multa de unos 300 euros, pero Tino asegura que aquí se puede beber con total impunidad.

Dos agentes motorizados se acercan a la chica y le piden la documentación, que no tiene. Ante sus pies, estrella la botella de cerveza. Ellos deciden llevársela a comisaría y llaman a una agente para que la registre. Mientras llega el coche patrulla, los compañeros de la muchacha les increpan. Más allá, dos jóvenes de aspecto magrebí se pelean. Y a 100 metros, otro grupo se prepara una dosis.

"¡Qué no te lleven a comisaría, que aquí rompemos botellas todos los días y no pasa ná¡", le espeta una mujer a la chica, a la que un agente tiene agarrada de la muñeca. "¡Me da lo mismo! ¡Que no tengo nada que hacer!", contesta. "Siempre ha habido colgaos y mendigos en esta plaza, pero ahora son muy agresivos porque fuman crack. Y la droga que venden aquí no es que sea mala, es que es veneno", apunta Tino.

Una portavoz de la Concejalía de Seguridad explica que Centro es uno de los distritos prioritarios para la policía y esta zona es considerada "sensible". Pero matiza que no es un problema estrictamente policial. "No hay constancia de reyertas o agresiones", apunta. En cambio, sí de mendicidad y prostitución. "Varias concejalías trabajan coordinadamente en esta zona y, ayer mismo [por anteayer] hubo una intervención con la Policía Nacional", agregó. Los vecinos aseguran que están hartos de denunciar, en comisaría y ante la junta de distrito. "Hemos puesto centenares de denuncias", dice Isabel Rodríguez. "Pero nos ignoran".

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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