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El conflicto de Oriente Próximo

Israel captura a varios ministros palestinos

El Ejército penetra en Cisjordania y las bombas dejan sin luz a dos tercios de la población de Gaza

El asedio sobre Gaza para liberar al cabo Gilad Shalit se acentúa, pero el Ejército israelí ha extendido sus operaciones a Cisjordania. Anoche arrestó al menos a tres ministros palestinos y cuatro diputados en Ramala, según fuentes palestinas. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, había asegurado que estaba dispuesto a adoptar "medidas extremas" para liberar al rehén. Los tanques israelíes tomaron el aeropuerto de Rafah, al sur de la franja de Gaza. Los bombardeos han dejado sin luz a dos tercios de la población de la franja, y siguen las incursiones de columnas de blindados. La aviación israelí sobrevoló también la capital siria, en una evidente advertencia. Un avión lanzó un misil contra la universidad islámica en la ciudad de Gaza, sin víctimas.

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Los tanques israelíes se apostaron desde la tarde en las cercanías de Ramala, capital de Cisjordania. Por la noche, detuvieron al ministro de Trabajo, Mohamed Barguti. Fue capturado en la aldea de Birzeit, a las afueras de Ramala, poco antes de que vehículos militares israelíes invadieran la ciudad.

Más adelante, fuentes palestinas informaron de la detención de una decena de ministros y diputados en un edificio en el que se disponían a pasar la noche. Entre los arrestados se encontraban el viceprimer ministro, Nasser al Shaer, y el titular de Cultos, Nasser Nayef Rajoub.

El martes, el ministro israelí Benjamín Ben Eliezer había advertido que Israel podía capturar a modo de represalia "a la mitad del Gobierno palestino". "Si empezamos con secuestros", declaró, "Israel no tendría ningún problema para arrestar a la mitad del Gobierno palestino".

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La escalada de violencia iba en aumento según avanzaba la noche. Destrozadas las principales infraestructuras de Gaza e impuesto un severísimo castigo sobre la población civil -calificado de "crimen de guerra" por el presidente palestino, Mahmud Abbas-, los militares israelíes sólo se enfrentarán a la resistencia organizada por los activistas palestinos en las ciudades y los campos de refugiados.

Los guerrilleros, que han montado barricadas con arena y escombros para ejecutar emboscadas, han advertido que los uniformados israelíes se llevarán sorpresas desagradables, aunque la diferencia en la potencia de fuego de los contendientes es abismal. La situación es explosiva, aunque el propio Olmert haya asegurado que no se reocupará Gaza, abandonada hace 10 meses después de 38 años de presencia de los colonos judíos.

"Toda la actividad militar que comenzó la noche del martes continuará en los días venideros", advirtió Olmert. Los jefes de las milicias de Hamás y demás grupos palestinos pasaron hace ya un par se semanas a la clandestinidad más absoluta. Tal vez sean los activistas los únicos que permanezcan en Beit Lahia y Beit Hanun, al norte de Gaza, ya que Amir Peretz advirtió a los civiles que deben abandonar ambas ciudades. A las 9.30 hora local comenzó a oírse con nitidez el bombardeo en el norte de la franja.

"Nuestro objetivo", aseguró el primer ministro, no es castigar, sino aplicar presión para que el soldado sea liberado. Queremos crear una nueva ecuación: liberación del rehén a cambio de reducir la presión sobre los palestinos". Sin embargo, los hechos son tozudos. El cerco a la población es muy anterior al rapto de Shalit. Comenzó hace cuatro meses, cuando Hamás formó el Gobierno tras su triunfo en las elecciones de enero y Estados Unidos y la Unión Europea decidieran suspender sus ayudas financieras al nuevo Ejecutivo. La reparación de la planta de producción eléctrica destruida de madrugada puede prolongarse durante seis meses, mientras que numerosas carreteras y puentes han sido dañados para, según los militares israelíes, evitar los movimientos de milicianos.

El Ministerio de Información palestino, dirigido por los islamistas, emitió ayer un comunicado en el que exige la negociación para intercambiar al cautivo por prisioneros palestinos. "Otros Gobiernos israelíes lo han hecho antes con Hezbolá y la Organización para la Liberación de Palestina, y esto es lo que otros países hacen en situaciones de conflicto", aseguró.

Por la mañana, junto a los transformadores calcinados de la central eléctrica devastada la víspera por la aviación israelí, el titular de este departamento, Yussef Resqa, declaró a este diario: "Los militares israelíes entraron en Gaza el viernes pasado y secuestraron a dos civiles en su casa. Y nadie en el mundo dijo nada".

Como sucede con Ahmed Yebari, jefe de la rama armada de Hamás al que sólo acceden sus más allegados, tampoco debe mostrarse demasiado en público Jaled Meshal, líder del movimiento fundamentalista en el exilio e instigador de la operación del brazo armado de su partido que el domingo concluyó con la captura del militar judío. Aviones israelíes sobrevolaron ayer el palacio presidencial de Bachar el Assad, el presidente sirio. Es en Damasco donde reside Meshal, que ha sido amenazado de muerte con reiteración por varios ministros del Gobierno israelí. Nadie duda de que, independientemente del desenlace, los dirigentes de Hamás, políticos y militares, van a estar en el punto de mira de las Fuerzas Armadas israelíes, se hallen donde se hallen.

Las operaciones militares eran incesantes. La aviación israelí bombardeó por la mañana una casa en la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, y un campo de entrenamiento de Hamás en la misma ciudad, sin que se registraran heridos. Pero otra explosión en Jan Yunis, a escasos kilómetros al norte de Rafah, mató a una niña de 10 meses y a un hombre e hirió a cinco miembros de una misma familia. Varios testigos aseguraron que la aviación israelí lanzó un misil sobre su vivienda. Otras versiones apuntan a que estalló una granada cuando era manipulada.

Las ruinas de un edificio en Gaza arden tras el bombardeo efectuado ayer por las fuerzas aéreas israelíes.
Las ruinas de un edificio en Gaza arden tras el bombardeo efectuado ayer por las fuerzas aéreas israelíes.AP

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