_
_
_
_
_

El Festival de Almagro recuerda la estrecha relación entre el teatro y la II República

Una obra radiofónica, un recital y una exposición conmemoran el periodo histórico

Fuenteovejuna en el frente, 1936, un guión basado en la obra de Lope de Vega que RNE ha convertido en uno de sus programas de teatro radiofónico, además de la exposición El teatro en la II República, del Museo Nacional de Teatro, y el recital de Carmen Linares -una hermosa recopilación de temas que popularizaron cantaores republicanos- son las aportaciones que la 29ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha hecho a los actos conmemorativos del 75º aniversario de la II República y del 70º aniversario del inicio de la Guerra Civil española.

Más información
Redgrave: "El teatro es vital para la supervivencia del espíritu humano"
Los restos de las 'misiones pedagógicas'

"La relación entre teatro y República fue muy estrecha, hubo un tremendo resurgir de este arte. Hemos querido abordar una sección que nos habla de la vinculación entre el trabajo de los actores y su puesta en escena y la guerra", señala Emilio Hernández, director del Festival de Almagro, sobre unas actividades "aptas para todos los públicos y todas las ideologías".

A lo largo del fin de semana Juan Luis Galiardo, Cayetana Guillén Cuervo y Juan Diego Botto, junto a otros intérpretes del cuadro de actores de RNE, han dado lectura del guión radiofónico Fuenteovejuna en el frente, 1936, original de José A. Ramírez, quien participó como locutor, al igual que Pedro Meyer, responsable de Programas Dramáticos de RNE e impulsor de esta recuperación del teatro radiofónico, que tanto éxito tuviera hace décadas, e iniciada hace dos años con piezas en torno a Neruda, Quijote y Colón.

Guerra Civil

Fuenteovejuna se representó en muchas ocasiones a lo largo de la Guerra Civil, una de ellas en el Pabellón de España en París en 1937. El texto fue muy utilizado en Europa para hablar de la situación española, algo que se hizo sobre todo en España y en Rusia en los años cuarenta, sólo que en nuestro país terminaba con los Reyes Católicos y la música del Cara al Sol y en la URSS se eliminaba la presencia real. También fue importante esta obra en el Portugal de la revolución de los claveles, sin olvidar que en el teatro del Balón de Cádiz se representó como bandera emblemática en tiempos de la ocupación francesa. En esas ocasiones tan sólo se representaba un acto de la obra, el último. Tanto La Numancia, de Miguel de Cervantes, como Fuenteovejuna, de Lope de Vega, son obras recurrentes, a escala internacional, en momentos de conflictos bélicos.

La que se pudo ver en el singular Corral de Comedias de Almagro, y que oyeron en directo los oyentes de RNE-1 en la noche del sábado, realiza un curioso juego metateatral con milicianos republicanos que representan la obra.

La cantaora Carmen Linares ofreció anoche en la Antigua Universidad Renacentista su recital Flamenco en tiempos de la República y Un ramito de locura, una recopilación de temas que diversos cantaores republicanos interpretaron entre 1931 y 1936, así como cantes que surgieron desde el bando republicano en la Guerra Civil. La cantaora, acompañada de seis músicos, abordó fandangos, colombianas malagueñas, peteneras y bulerías, que hoy constituyen un documento histórico y artístico de primer nivel, así como otros palos flamencos surgidos de versos de García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández, José Ángel Valente y Borges.

Juan Luis Galiardo (a la izquierda), Cayetana Guillén y Juan Diego Botto, en la lectura de <i>Fuenteovejuna en el frente, 1936. </i>
Juan Luis Galiardo (a la izquierda), Cayetana Guillén y Juan Diego Botto, en la lectura de Fuenteovejuna en el frente, 1936.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_