El PRI queda a distancia y se perfila como gran perdedor
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 72 años, se perfila como el gran perdedor de estos comicios. No logró victoria alguna en las elecciones a gobernador, y pasó de ser la principal fuerza en el Congreso al tercer lugar, puesto que ocupó su candidato presidencial, Roberto Madrazo, en los comicios del domingo.
Hace seis años, el PRI perdió la presidencia, que ganó Vicente Fox (PAN), y en 2006 se hundió en sus bastiones históricos, como el Estado de México, donde los priístas gastan miles de millones de pesos cada año en el control corporativo. Allí la izquierdista coalición Por el Bien de Todos, liderada por el PRD, saltó al primer lugar en la votación global, en tanto que el derechista PAN, gobernante, ocupó el segundo puesto y condenó al PRI al tercero.
Marcelo Ebrad será el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, según los escrutinios, logrando así el Partido de la Revolución Democrática (PRD) mantener la capital, cuyo anterior gobernante fue el ahora candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Ebrad conquistó 13 de las 16 áreas municipales, mientras que las tres restantes las ganó el Partido Acción Nacional (PAN), por lo que la Asamblea local estará dominada por la izquierda. El PAN se hizo con la gobernación de los otros tres Estados que se encontraban en disputa: Guanajuato, con Juan Manuel Oliva; Morelos, con Marco Adame, y Jalisco, con Emilio González.
Tras las elecciones, la inmensa mayoría de los Estados, muchos de ellos anteriormente fortalezas priístas, forman parte de un escenario catastrófico. Así, en lugares como Sinaloa y Tamaulipas, donde no había más ley que la del PRI, el PAN de Felipe Calderón venció con amplia diferencia. Mientras, en lugares priístas por excelencia del sur, la izquierda se hizo con la mayoría de los sufragios.
