Pleno y lágrimas en Brandeburgo
La milla del aficionado de Berlín superó ayer el listón del millón de personas concentradas ante la Puerta de Brandeburgo para seguir en directo, a través de pantallas gigantes, la semifinal entre Alemania e Italia. Ante el éxito de público, el ayuntamiento de Berlín decidió ampliar la milla del aficionado, un trayecto de 2,5 kilómetros que va desde la Puerta de Brandeburgo a la Columna de la Victoria. Las autoridades locales también aumentaron el número de pantallas gigantes situadas a lo largo de la milla del aficionado para que los hinchas pudieran ver mejor el partido.
El ambiente festivo y la tensión derivaron en multitudinarias muestras de decepción por parte de los aficionados, mayoritariamente alemanes. Muchos de ellos no pudieron reprimir las lágrimas. Todo lo contrario sucedió en numerosas ciudades italianas donde también se instalaron pantallas gigantes para presenciar el partido en directo. Además, nada más concluir el partido, miles de ciudadanos se echaron a la calle para festejar el triunfo italiano.
Desde el comienzo del Mundial, la milla del aficionado de Berlín ha logrado atraer a un total de siete millones de personas, según cálculos del ayuntamiento de Berlín.
