_
_
_
_
_
David Sánchez, 29 años. Terminará de pagar a los 79

"Hay que meter la cabeza en un piso, y ya se saldrá como sea"

Hace seis años, el hermano de David Sánchez se compró por 20 millones de pesetas un piso en Las Rozas, localidad situada a 18 kilómetros al noroeste de Madrid. Entonces, David no podía imaginar que él acabaría metiéndose en uno que le costaría más del doble a la misma distancia de la capital, en San Sebastián de los Reyes. Y mucho menos que, para ello, tuviera que asumir una hipoteca que, en principio, le acompañará durante su próximo medio siglo de vida.

A sus 29 años, el pasado marzo este informático formalizó una hipoteca a 50 años para comprar su casa: 80 metros cuadrados, dos habitaciones, plaza de garaje y trastero. Pero sin extras. Nada de piscina, ni pistas de tenis. Total, 312.000 euros que, más los gastos que acompañan la compra de una vivienda, se le pusieron en unos 330.000. David trabaja desde los 21 años, lo que le permitió dar una entrada y reducir el importe que pidió a la BBK: 254.000 euros. "Miré en todos los bancos hasta que di con el que daba más plazo", dice David. "Basta que te den 10 años más para que te baje la cuota mensual".

Ahora paga 835 euros al mes al banco aunque, a partir de diciembre, su cuota subirá hasta 850 euros. Con 10 años menos de plazo, dice, la cuota se le ponía en "mil y pico euros". Una diferencia de más de 150 euros al mes. "Incluso menos, 30 euros, te puede significar una diferencia importante", dice David. Al coste de la hipoteca tiene que sumar, mes tras mes, otros 100 euros de gastos de comunidad.

En la gran mayoría de los casos, hoy en día la compra de un piso se asume en pareja. Pero no es su caso: "Lo estoy pagando solo", dice con resignación al recordar que su nómina le deja 1.500 euros limpios al mes.

Por supuesto que David se planteó alquilar y olvidarse de una compra, pero desestimó la idea. "Por 100 euros menos encima no tienes tu casa", justifica. "Además, hay que meterse en un piso cuanto antes porque van a subir y los sueldos nunca van a ir al mismo ritmo. Hay que meter la cabeza y ya se saldrá como sea", añade.

Ahora, sólo teme una cosa: que las subidas de tipos le encarezcan aún más su cuota.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_