La UE lamenta la falta de avances en la negociación nuclear con Irán
Los europeos mostraron ayer su frustración por la falta de avances en las negociaciones que mantiene la comunidad internacional con Irán para que ese país suspenda su programa nuclear.
Tras la reunión celebrada ayer en Bruselas entre el responsable de la diplomacia de la UE, Javier Solana, y el negociador iraní Ali Lariyani, fuentes europeas señalaron que apenas se habían producido avances, mientras la posición iraní era de una permanente táctica dilatoria ante las presiones y propuestas internacionales.
Lariyani consideró "aceptable" la oferta de las grandes potencias, pero pidió paciencia en las conversaciones sobre la propuesta internacional, que incluye la transferencia de tecnología nuclear para la producción de energía de uso civil sin posibilidad de doble uso militar.
Solana, por su parte, dijo que en la reunión se pasó revista a "los acontecimientos desde que presenté la propuesta por primera vez hace cinco semanas", en Teherán, y recordó que hoy se reunirá en París con los ministros de Exteriores de los seis países que elaboraron la oferta junto con la UE: los cinco del Consejo de Seguridad (EE UU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) y Alemania, para explicarles el contenido de la reunión de Bruselas con el representante iraní.
"La idea era que el representante iraní pusiera algo sobre la mesa para poder discutirlo el miércoles en París; pero tenemos muy poco, no ha habido nada en concreto. Los iraníes están dando vueltas y vueltas, sin querer entrar en el fondo del asunto", señaló una fuente cercana a la reunión de ayer en Bruselas.
Lariyani se mostró optimista sobre el desarrollo de las negociaciones con los seis "Hay que dar tiempo, puesto que [las negociaciones] pueden ser determinantes para el futuro de la región. Creemos que el asunto del enriquecimiento de uranio puede ser arreglado a través del diálogo".
Mientras, el precio del petróleo subió en el mercado de Londres al conocerse la posición iraní de demorar una solución a las presiones internacionales. Y en previsión de una eventual reducción del suministro de crudo, los futuros de agosto subieron 55 centavos, situando el barril en 74,16 dólares. El brent subió 81 centavos, hasta los 73,70 dólares el barril.
