Israel expande a Líbano su escalada militar tras un ataque de Hezbolá

La escalada militar israelí lanzada en Gaza llegó ayer al sur de Líbano, un país ya invadido hace dos décadas por sus vecinos judíos y que ayer soportaba una dura operación de castigo por tierra y aire. La ofensiva israelí se desencadenó tras una operación de la milicia libanesa Hezbolá, que salió en defensa de la asediada Hamás al atacar una base de Israel en la frontera. Murieron ocho soldados israelíes y otros dos fueron secuestrados. Israel respondió con bombardeos e incursiones en Líbano. El Gobierno israelí consideró el ataque de la milicia chií un "acto de guerra" del Gobierno libanés. En los bombardeos sobre Gaza murieron 23 civiles palestinos.

Los milicianos de Hezbolá habían atacado por la mañana a dos patrullas israelíes con armas ligeras, explosivos y cohetes. Mataron a tres soldados y capturaron a dos. Poco después, el Ejército israelí penetró seis kilómetros en territorio libanés por vez primera desde su retirada en mayo de 2000. En la incursión, uno de los tanques resultó destrozado por una mina, lo que causó la muerte a otros cuatro soldados. El octavo falleció en una operación posterior.

A media mañana, aviones israelíes iniciaron un contundente bombardeo en el sur de Líbano que anoche continuaba. Varios puentes y una central eléctrica resultaron destruidos. Cazabombarderos F-16 sobrevolaron varias veces Beirut mientras los combates entre el Ejército israelí y milicianos se extendían a lo largo de la zona fronteriza, donde los soldados buscaban a sus compañeros secuestrados.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrala, integrante del Gobierno libanés, exigió una negociación sobre los miles de prisioneros palestinos y algunos libaneses encarcelados en cárceles de Israel. "Los soldados capturados están lejos, lejos. Si creen que los van a rescatar, sueñan", dijo.

Tanto Siria como Líbano se mostraron comprensivos con la actuación de Hezbolá, lo que contribuye a una mayor tensión en la zona.