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Otras formas de comunicarse

"q tl sts x ahi?"

Guillermo Abril

Una k o una q en lugar de que, una x en lugar de por, los signos de puntuación pueden obviarse y no son necesarias todas las vocales: "q tl sts x ahi?". Así empiezan muchas de las conversaciones en la mensajería instantánea. Igual que ocurre con los sms a través del teléfono móvil, en el messenger prima la velocidad y la fluidez sobre la corrección en el uso de la lengua escrita. "Cada día los alumnos escriben peor y es muy frecuente que al redactar se olviden las haches o que sustituyan el por por una equis", se queja Cristina Mochales, profesora de secundaria en un centro madrileño.

Hartos de recibir críticas por los vicios en la escritura de los más jóvenes, Microsoft se unió el año pasado a las compañías de telefonía móvil españolas para crear el diccionario exo x ti y xa ti [hecho por ti y para ti]. "Queríamos ayudar a que los adolescentes no perdieran la perspectiva. Es necesario que sean conscientes de que el lenguaje que emplean en el móvil o en el messenger no es su idioma natural", explica Íñigo Asiaín, de MSN España.

Pero la auténtica revolución en el lenguaje del messenger son los llamados emoticones o emoticonos: caras de todos los colores tristes, sonrientes, lloronas, avergonzadas... Y todo tipo de animaciones creadas para llenar el vacío que deja la carencia del cara a cara en la mensajería instantánea. "El messenger es un medio de comunicación escrito y puede dar lugar a malentendidos. Los emoticones suplen la palabra escrita, allí donde ésta no llega", asegura Asiaín. El propio nombre lo explica: se trata de iconos que expresan emociones. No es igual escribirle a una persona "te quiero" y acompañarlo de una cara sonriente que se va poniendo roja de vergüenza, que redactarlo junto a un emoticono animado que se echa a reír a carcajadas.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.

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