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La cumbre del G 8

El presidente ruso considera un éxito del G 8 el plan de seguridad energética mundial

Moscú asegura que la crisis en Oriente Próximo puede llevar el barril de crudo a 80 dólares

El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió ayer, al presentar las conclusiones de la cumbre del G 8, que "pronto se verá el barril de petróleo a 80 dólares [unos 67 euros]", en una jornada en la que los precios del crudo en los mercados para entrega en septiembre próximo volvieron a subir. Según Putin, "cuanto menor es la estabilidad en Oriente Próximo, mayores son los precios". El presidente ruso destacó que el plan sobre "seguridad energética mundial" aprobado ha sido un "éxito" al poner en práctica una política de largo plazo en materia de nuevas energías (nuclear a la carta y energías renovables).

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"Hemos adoptado un plan de acción para mejorar la seguridad energética mundial mediante el reforzamiento de la transparencia, de la previsión y la estabilidad de los mercados energéticos internacionales, promover la eficacia energética y las economías, diversificar la oferta, asegurar la seguridad física de las infraestructuras vitales, reducir la pobreza energética y luchar contra el cambio climático de manera durable", señala el comunicado de la presidencia rusa.

El plan aspira a reactivar unas inversiones en el sector de la energía que se estiman en varios billones de dólares. Se trata de perfeccionar los mercados con mayor transparencia para lograr mayor estabilidad, al tiempo que se prevé un papel para "los Gobiernos y las organizaciones internacionales competentes".

Putin explicó ayer asimismo que la utilización de la energía nuclear había sido otro de los temas tratados. "Aquellos de entre nosotros que ya la hemos puesto en práctica o que tenemos proyectos en relación con la utilización de la energía nuclear en condiciones de seguridad hemos señalado su importante contribución a la seguridad energética mundial", precisó el presidente ruso.

El otro gran tema escogido por Rusia en esta cumbre ha sido el de la educación, donde el G 8 ha subrayado la necesidad de promover sistemas educativos "modernos y eficaces para responder a los desafíos de una economía mundial fundada sobre el saber".

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Entre las ideas aprobadas está la de "facilitar la integración económica y social de los inmigrantes en los países y las sociedades de acogida, apoyándonos en la educación como medio eficaz para alcanzar el éxito".

En el tercer asunto escogido como objetivo de la presidencia rusa, la lucha contra las enfermedades infecciosas, los países ricos han acordado "actuar junto a otros donantes para movilizar los recursos a favor de un fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo", al tiempo que se han comprometido a desarrollar la iniciativa mundial a favor de una vacuna contra el virus de inmunodeficiencia humana, "felicitándose de la propuesta rusa que propone asociar a los países de Europa oriental y Asia central a sus actividades mediante un mecanismo de coordinación regional".

Cumplir lo acordado

La reacción de los jefes de Estado y de Gobierno, al explicar las propuestas aprobadas, ha sido moderada. El presidente del Gobierno italiano, Romano Prodi, explicó: "Soy, después del presidente Jacques Chirac, el más veterano del G 8. El cuadro que sale de aquí es óptimo, pero tengo que decir que el peso de la responsabilidad resulta insoportable cuando no se cumple lo que se ha acordado", aseguró el primer ministro italiano.

Al analizar el plan de seguridad energética, Prodi señaló: "Después del corte del suministro del gas de enero por parte de Rusia, a raíz de los problemas con Ucrania, Italia sigue preocupada. No me siento ahora, después de esta cumbre, más seguro. No quiero morir de frío el próximo invierno. Y lo he dicho...".

El precio del petróleo volvió a subir ayer en los mercados de Europa y Estados Unidos, en la onda alcista reiniciada el viernes pasado como resultado de la renovada incertidumbre en Oriente Próximo tras los ataques de respuesta de Israel a las organizaciones Hamás, en Gaza, y Hezbolá, en Líbano.

En Europa, el barril de crudo brent marcó un nuevo récord de 78,18 dólares y cedió hasta 77,98, mientras que el Texas, en Estados Unidos, para entrega en septiembre escaló hasta 79,10 dólares. La actividad especulativa, estiman los analistas, puede llevar el precio de 80 dólares el barril.

Bush (izquierda) conversa con Putin durante una reunión de los representantes del G 8 en el palacio Konstantinovsky de San Petersburgo.
Bush (izquierda) conversa con Putin durante una reunión de los representantes del G 8 en el palacio Konstantinovsky de San Petersburgo.REUTERS

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