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Escalada militar en Oriente Próximo

La ONU avisó 10 veces a Israel para que detuviera el ataque sobre los 'cascos azules'

El bombardeo que causó la muerte de los cuatro observadores duró en torno a seis horas

Naciones Unidas intentaba digerir ayer la muerte de cuatro de sus cascos azules en el puesto libanés de Jiam a causa de un ataque israelí. En un informe del incidente presentado ante el Consejo de Seguridad, el organismo asegura que se advirtió en repetidas ocasiones -al menos hasta 10 veces durante las seis horas que duró el bombardeo, según fuentes de la ONU- al mando militar israelí del riesgo que sufría esa base de la Fuerza Interina para el Líbano (FINUL) por el intenso fuego sobre la zona. El día del incidente, el martes, se contabilizaron un total de 33 ataques sobre Jiam.

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El cuartel general de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), en Naqura, perdió contacto con el puesto de observación en Jiam pasados 20 minutos de las siete de la tarde del martes, según indicó la asistente del secretario general para Operaciones de Paz, Jane Lute. La ONU explica que los bombardeos comenzaron seis horas antes de producirse el trágico incidente y aseguró que durante ese intervalo se realizaron varias llamadas -hasta una decena, según fuentes de FINUL- al mando militar israelí para que pusiera fin al intenso bombardeo que tenía lugar en las inmediaciones del puesto. Lute explicó que el martes se registraron 21 bombardeos y 12 impactos de artillería en un radio de entre 100 y 300 metros en torno a la base en Jiam.

Es más, dijo que las milicias de Hezbolá no estaban realizando ataques contra Israel desde esa zona. El propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, explicó justo después de producirse el ataque que tenía garantías del primer ministro israelí, Ehud Olmert, de que se protegerían las posiciones de FINUL al sur de Líbano. El general Alain Pelligrini, máximo responsable de la fuerza internacional, había hecho lo propio con sus homólogos israelíes.Los militares de Israel respondieron a las llamadas de los oficiales de la ONU con la promesa de que cesarían el fuego en las inmediaciones del puesto de los cascos azules, que, desarmados, se encargaban de realizar labores de patrulla. A pesar de los constantes avisos, tanto desde la base de Naqura como de un militar irlandés que oficiaba de enlace con los mandos israelíes, la muerte de los cuatro observadores, de origen austriaco, canadiense, chino y finlandés, no se evitó. Naciones Unidas informó de que había recuperado tres cuerpos sin vida entre los escombros. "El cuarto se teme muerto", dijo Lute.La ONU deja claro que la base de FINUL en Jiam estaba perfectamente identificada y recordó que realiza labores de control del alto el fuego desde hace casi tres décadas, por lo que su localización era más que conocida. El vicesecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, que se encuentra en Líbano evaluando los daños y las necesidades humanitarias urgentes, asume que el puesto fue destruido por un misil de precisión.

FINUL, creada en 1978 para supervisar la retirada de Israel tras la invasión de Líbano, informó de que se han registrado 145 bombardeos en los alrededores de sus bases desplegadas en la frontera entre Israel y Líbano desde el inicio de la espiral de violencia el pasado 12 de julio, de los que 16 impactaron directamente con sus posiciones en la zona. "Algunas han recibido más de un golpe, causando daños de diversa consideración en los edificios, equipamientos y vehículos", afirma Lute.

Cuartel general

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Los ataques continuaban ayer, algunos a escasos 10 metros del cuartel general en Naqura. Ante esta situación, el Consejo de Seguridad mantuvo un encuentro a petición de China para analizar los detalles del incidente y adoptar una declaración presidencial lamentando lo sucedido. El representante chino dijo que cualquier ataque contra la ONU es "inaceptable" y recordó que la legislación internacional obliga a proteger a los cascos azules. Es más, aseguró que los detalles que se conocen hasta ahora del mortífero ataque del martes apuntan a que éste fue deliberado.

Su homólogo estadounidense, John Bolton, lamentó la "trágica muerte" de los observadores y tendió la mano al Ejecutivo israelí al rechazar las acusaciones que se están vertiendo contra Tel Aviv, al decir que no hay pruebas que demuestren el ataque contra esa posición. El diplomático se mostró confiado de que la investigación que realizarán los israelíes será "profesional". La ONU recuerda que los ataques están provocando que FINUL no pueda realizar sus labores de patrulla y protección a personalidades libanesas. Precisa que el cuerpo siguió delante con su misión porque Israel garantizó en todo momento que no serían objetivos de sus ataques y bombardeos contra Hezbolá. Pero a raíz de este trágico desenlace, la fuerza planea reorganizar sus operaciones "para minimizar riesgos".

<i>Cascos azules</i> indios trasladan el cadáver de uno de los observadores de la ONU muertos en Jiam en un bombardeo israelí.
Cascos azules indios trasladan el cadáver de uno de los observadores de la ONU muertos en Jiam en un bombardeo israelí.REUTERS

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