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Reportaje:

La Formación Profesional gana alumnos y prestigio

La posibilidad de acceder a la universidad y la alta inserción laboral hace crecer en 4.000 el número de estudiantes en seis años

La Formación Profesional (FP) está ganando alumnos, mientras que la universidad los pierde, en medio del bajón demográfico. Diversos expertos destacan que el aumento se debe a que los que acaban la FP logran trabajo rápidamente y, además, a que ha ido ganado prestigio con el acceso a la universidad desde el grado superior de FP. Pero aun así, los expertos señalan fallos: falta generalizar los idiomas en todos los ciclos formativos y se deberían exigir títulos para trabajar.

En Cataluña estudiaron Formación Profesional 68.604 alumnos el curso pasado. En seis años, la FP ha aumentado en 4.000 alumnos, según datos del Departamento de Educación. Y las prácticas en empresas son obligatorias. A FP se accede a partir de los 16 años con la ESO acabada o, en todo caso, con un certificado. Antes se podía acceder a la Formación Profesional a partir de los 14 años, con lo que los datos anteriores a 1998 no son comparables.

La mayoría de los alumnos logran trabajo, según la Generalitat y las escuelas salesianas
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"Hemos mejorado desde que se generalizó la enseñanza obligatoria hasta los 16 años. Ahora se entra a la Formación Profesional a partir de esa edad y los estudios están más adaptados a las profesiones", dice Iñaki Mingolarra, que lleva más de 20 años dando clases de Formación Profesional en un centro de la Guineueta, en Barcelona. "Ha sido fundamental que las prácticas en empresas sean obligatorias, pero hay algunos puntos negros: por ejemplo, que el inglés, sólo se estudie en algunas enseñanzas, como turismo y administración de empresas", añade Mingolarra. Este profesor, sindicalista, además, de USTEC, critica que que no se exija un título o una acreditación para ejercer muchas profesiones. "Si hoy nadie puede ejercer de auxiliar de enfermería sin el título, no ocurre lo mismo en la construcción o la hostelería. En algunos países, como Suiza, nadie puede desempeñar un trabajo sin tener un certificado acreditativo", recalca este profesor.

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En opinión de Josep Francí, director general de Formación Profesional de la Generalitat, la obligación de tener un título para ejercer una profesión "no se puede imponer por decreto". "Sería bueno que todos los trabajos tuvieran un título o acreditación profesional, pero eso lo deben pactar los sectores afectados. Además, si de repente y por decreto se exigiera un título para trabajar en la construcción o ejercer de camarero, colapsaríamos estos sectores", recalca el director general. Aun así, Francí quiere impulsar un sistema de cualificaciones voluntario para quien quiera acreditar su experiencia y tener un título. "Pero el acuerdo principal debe venir de los sectores", remacha. Una de las novedades previstas por el Departamento de Educación para el curso próximo es el aumento de la oferta de formación a distancia, que pasará de 300 a más de 3.000 alumnos.

Los estudios más solicitados son administración, electricidad y electrónica, turismo y sanidad, y los menos, textil, confección y actividades marítimo-pesqueras. Los alumnos que acaban la FP encuentran trabajo rápidamente. Lo muestra una encuesta de la Generalitat publicada el pasado mes de febrero y lo corrobora Miquel Tallada, responsable de las escuelas salesianas, con seis centros en Cataluña. Según el sondeo, el 71% de los alumnos estaban trabajando al acabar los estudios y el 20% compaginaban estudios y trabajo. Y la inmensa mayoría, el 77%, tenían un empleo relacionado con sus estudios de FP. La precariedad laboral, sin embargo, es alta: el 59% estaban con contrato temporal. "Se colocan todos. El peligro es que las empresas se queden a alumnos que están en prácticas. Si lo hacen, las borramos de la lista", dice el responsable de las escuelas salesianas. "Está volviendo la mecánica y está a la baja la electrónica, posiblemente porque cada vez se considera más una rama instrumental de otras cosas". El responsable de las escuelas salesianas recalca que el inglés se ha convertido en una necesidad en la FP. "Pero se debe dar en grupos reducidos. de lo contrario no será operativo".

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