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ANTOLOGÍA DE BABEL | POESÍA

Grodek

Segunda versión

Por la tarde resuenan en los bosques de otoño

las mortíferas armas y en las llanuras áureas

y los lagos azules; sobre ellos rueda el sol

más oscuro; la noche

abraza a los guerreros morubundos, el lamento feroz

de sus bocas quebradas.

Mas silenciosamente en la pradera,

nubes rojas que un Dios airado habita,

se reúne la sangre derramada, la frialdad lunar;

todos los caminos desembocan en negra podredumbre.

Bajo el áureo ramaje de la noche y los astros

vaga por el callado bosque la sombra de la hermana

que saluda las almas de los héroes, sus cabezas sangrantes.

Y en el juncal resuenan quedamente las oscuras flautas del otoño.

¡Oh, más soberbio duelo!, altares de metal,

un inmenso dolor alimenta hoy la ardiente llama del espíritu,

Más información
Bajando el sendero derruido

los nietos que no han nacido aún.

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