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El proceso hacia el fin del terrorismo

ETA advierte de que no dejará su lucha y Zapatero exige el cese de toda violencia

Tres encapuchados leyeron el sábado por la tarde un comunicado en un acto público en Oiartzun (Guipúzcoa), con motivo del Gudari Eguna [día del soldado vasco], en el que expresaron el compromiso de ETA de "seguir luchando firmemente con las armas en la mano hasta conseguir la independencia y el socialismo en Euskal Herria". Horas después, en la noche del sábado, se produjeron nuevos ataques de kale borroka.

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió ayer, ante este desafío al proceso de paz, en un acto público en Gavà (Barcelona), que "las expectativas del fin de la violencia exigen firmeza, reglas de juego claras y colaboración de todos". Luego, precisó que las reglas de juego "están claras: la legalidad y paz, lo que significa la ausencia de todo tipo de violencia y de cualquier manifestación de violencia". Zapatero se dirigió a los dirigentes de Batasuna para reclamarles que "hagan política y nada más que política".

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El texto del comunicado leído por los encapuchados el sábado se conoció ayer a través del diario Gara, próximo a la izquierda abertzale, que lo publicó sin gran relieve, en una página par y por abajo, en euskera, lo que contrasta con el tratamiento que da a los comunicados oficiales de ETA.

No obstante, el Gobierno no quiso minimizar el texto leído por los encapuchados. "Es otro gesto en la estrategia de tensión" que ETA viene protagonizando desde su comunicado del pasado 18 de agosto, en el que acusaron al Gobierno de relegar el contenido político del proceso y calificaron la situación de "grave", según señalaron ayer fuentes gubernamentales.

Las mismas fuentes, al igual que hizo Zapatero en Gavà (Barcelona), sitúan estos graves incidentes en las previsiones de un "proceso largo, duro y difícil". Pero evitaron cualquier sombra de alarma sobre el riesgo de un final del alto el fuego de ETA.

Condicionar el proceso

El Gobierno inscribe el comunicado del sábado en la estrategia de ETA y Batasuna de tratar de condicionar el curso del proceso de paz, en un momento importante: ante la proximidad de un primer encuentro entre el Ejecutivo y ETA y cuando los partidos vascos, a través de contactos bilaterales y discretos, tratan de lograr un preacuerdo sobre el funcionamiento y método de la mesa de partidos, que decidirá el futuro político de Euskadi, al hilo de la reforma del Estatuto.

El presidente del Gobierno, en su intervención de ayer, respondió a ETA y Batasuna que no se va a dejar achantar por la presión violenta y les recordó que seguirá la vía de la legalidad. "Vamos a recorrer el camino con firmeza, y tienen que saber los que secundan o practican la violencia, que las reglas de juego están claras: la legalidad y paz".

Con ello, el presidente del Gobierno quiso decir que el Ejecutivo no tomará medidas favorables a presos de ETA porque presione la kale borroka -a la que considera violencia sin paliativos, y no de "baja intensidad", como se dijo en la tregua de 1998-99- o porque unos encapuchados lean un comunicado amenazante. Con ello, Zapatero recordó otra de las bases del proceso: el Gobierno irá adoptando medidas penitenciarias y de reinserción de presos etarras en la medida que ETA avance en su compromiso de abandono de la violencia.

El Gobierno no ha dado ningún tipo de paso en esa dirección, cuando ya han pasado seis meses desde el anuncio del alto el fuego, porque no ha tenido la oportunidad de constatar la disposición de ETA a abandonar la violencia -como exige la resolución parlamentaria de mayo de 2005- al no haberse producido aún ningún encuentro con la banda.

Insistió en ello, ayer, el secretario general del PSE, Patxi López, al señalar que "habrá gestos del Gobierno hacia los presos" cuando "sirva para que el proceso avance y haya una voluntad clara de abandono de las armas". El presidente del Gobierno también insistió ayer en que el cumplimiento de la legalidad es otra base del proceso. Eso significa que mantendrá la Ley de Partidos, como adelantó en su declaración institucional del 29 de junio, en la que anunció el diálogo entre el Gobierno y ETA, y que cualquier reforma que decidan las formaciones vascas, a través de la mesa de partidos, se hará desde la legalidad.

Sobre esta misma cuestión, el secretario general del PSE, Patxi López, puso ayer el acento en un aspecto negativo que ha surgido en el proceso, en las últimas semanas, la irrupción de ETA, tratando de condicionar la mesa de partidos, lo que vulnera otra de sus reglas: ETA dialogará con el Gobierno del futuro de los presos y del fin de la violencia, y los partidos vascos, incluida la izquierda abertzale legalizada, del futuro político de Euskadi.

El proceso continúa

Zapatero aclaró, asimismo, en Gavà que "el Gobierno seguirá trabajando" a favor del proceso de paz, o lo que es lo mismo, que mantendrá su hoja de ruta. Zapatero en ningún momento dijo que se haya paralizado el proceso o que se haya anulado el encuentro previsto entre el Gobierno y ETA. Dicho encuentro será el ámbito para abordar las recientes acciones violentas del entorno de ETA.

Tampoco hizo alusión alguna a los rumores alarmistas consistentes en que ETA ha fijado un plazo al Gobierno -según algunos, de tres semanas- para que acepte sus reclamaciones, bajo la amenaza de romper el alto el fuego. Fuentes gubernamentales aseguran que "el Gobierno no ha recibido ninguna amenaza sobre la ruptura del alto el fuego ni plazo alguno por parte de ETA".

Zapatero, al contrario, mantuvo la esperanza en el proceso al señalar: "Seguiré trabajando, dando lo mejor de mí mismo para que esa gran aspiración de los ciudadanos de Euskadi y del conjunto de España se haga realidad y podamos ver el fin de la violencia, la paz y la convivencia en Euskadi, que es lo que desea la inmensa mayoría de los vascos".

José Luis Rodríguez Zapatero interviene en Gavà (Barcelona) ante un panel con la imagen de José Montilla, candidato del PSC a la Generalitat.
José Luis Rodríguez Zapatero interviene en Gavà (Barcelona) ante un panel con la imagen de José Montilla, candidato del PSC a la Generalitat.JOAN SÁNCHEZ

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