Senegal acepta la repatriación de todos sus inmigrantes irregulares llegados a Francia
Francia y Senegal han firmado un acuerdo para regular los flujos migratorios, por el que el país africano se compromete a admitir la repatriación de todos los senegaleses que lleguen ilegalmente a Francia y por el que París facilita los visados para hombres de negocios y artistas y pone a disposición del Gobierno de Dakar "medios importantes para vigilar sus costas", una misión que se realizará a través de Agencia Europea para las Fronteras Exteriores (Frontex).
El ministro del Interior francés, Nicolás Sarkozy, y su homónimo senegalés, Usman Ngom, firmaron el pasado sábado el acuerdo bautizado como de "inmigración concertada", un regate semántico para evitar el término "escogida", rechazado frontalmente por el presidente senegalés, Abdulaye Wade. El acuerdo contempla asimismo la mejora de las condiciones de acogida de los estudiantes senegaleses, aunque establece el principio de que deben volver a su país tras finalizar sus estudios o después de una experiencia laboral en Francia.
"Francia y Senegal han aceptado el principio de organizar conjuntamente la vuelta a su país de origen de los inmigrantes en situación irregular", explicó el ministro del Interior francés. El acuerdo ha costado cuatro meses de negociaciones, en parte por el rechazo que la dura postura antiinmigración de Sarkozy despertaba en África.
Quedan algunas incógnitas sobre las contrapartidas que ha ofrecido el más que probable candidato conservador a las próximas elecciones presidenciales. Los 2,5 millones de euros en microcréditos para la agricultura que Francia dará a Senegal no son más que una octava parte de los 20 millones de euros ofrecidos por España.
Sarkozy, que con este viaje se ha adelantado al que tiene previsto la aspirante socialista a la presidencia de Francia, Ségolène Royal, resaltó ayer que "ni Europa ni Francia pueden recibir a todos los que sueñan con Eldorado".
