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Reportaje:Soluciones al tráfico

A trabajar, en metro

Los madrileños son los que más usan el transporte público para desplazamientos laborales

Si usted se mueve por Madrid a pie sepa que está en minoría, pero poco, y que su hábito es costumbre en casi todas las ciudades españolas. De cada tres madrileños, uno se desplaza en coche (34%), otro en metro, autobús o taxi (31%), y otro a pie (31%). Aunque el automóvil privado se prefiere al resto, según los datos de un estudio presentado ayer en un congreso internacional de movilidad que se celebra en Madrid. El informe ha sido elaborado por el Observatorio de Movilidad Metropolitana, un organismo promovido por el Ministerio de Medio Ambiente y dirigido por Andrés Monzón, catedrático de Transportes de la Universidad Politécnica de Madrid.

El observatorio ha comparado los hábitos a la hora de desplazarse de los habitantes de los 13 núcleos urbanos españoles más poblados: A Coruña, Alicante, Avilés, Gijón y Oviedo -reunidas las tres capitales asturianas en un solo consorcio-, Barcelona, Bilbao, Cádiz y su área metropolitana, Granada, Madrid, Málaga, Pamplona, Sevilla, Valencia y Zaragoza. Viajar a pie es la opción más popular.

La capital necesita "más carriles bici, mejorar los autobuses y tranvías en algunos ejes", mantiene un experto
De cada tres habitantes de Madrid, uno viaja en coche, otro en metro, autobús o taxi y otro a pie
"El defecto de Madrid es no apostar por el transporte público en superficie"
Un estudio del Observatorio de Movilidad compara los hábitos para moverse de 13 grandes ciudades
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Aun así, el diseño de las grandes ciudades está cambiando los modos de transporte. Cada vez hay más barrios a kilómetros del centro de las capitales. En Madrid hay muchos desarrollos urbanísticos en marcha que fomentarán, cuando estén terminados, el uso del coche o el transporte público. Cada vez será menos habitual ir andando de un lado a otro. Son algunas de las conclusiones extraídas del primer Congreso Internacional sobre los Ciudadanos y la Gestión de la Movilidad, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, que comenzó ayer y se prolongará hasta mañana. En él participan 350 expertos de 23 países.

La mayoría de los viajes se realizan cerca del domicilio o del centro de trabajo. No obstante, cuando los desplazamientos son por motivos laborales los ciudadanos se vuelven más perezosos y prefieren el coche. El uso del transporte público es más frecuente en las grandes ciudades, aquellas en las que las paradas de metro y autobús están más próximas entre sí. Además, en estas grandes urbes la inversión en infraestructuras de transporte es mayor.

Zaragoza, Madrid y Barcelona es donde mayor porcentaje de ciudadanos utilizan el transporte público para desplazarse, según el observatorio (véase el gráfico). En el resto de las ciudades sometidas a análisis los ciudadanos que hacen uso del transporte público no superan el 12% de media.

Y al menos el 30% de los habitantes de todas las ciudades analizadas viaja en vehículo propio. En el caso de Madrid es el medio más utilizado. El 34,1% de los madrileños conduce un coche para desplazarse. La flexibilidad y la privacidad que ofrece el coche sitúan este medio como la fórmula más utilizada.

Los medios de transporte también cambian con los destinos. El automóvil es el medio más utilizado para ir al trabajo en todas las ciudades. En algunas, como en Sevilla, el 65% de los habitantes utiliza el vehículo propio. No obstante, el informe pone de manifiesto que en las dos capitales más grandes -Madrid y Barcelona- el coche se coge menos para ir al trabajo que en el resto.

El catedrático Monzón aseguró durante su exposición que apuesta por una "movilidad sostenible" en el centro de las grandes urbes. "En términos generales, el uso del transporte público ha aumentado un 10% en las 13 ciudades analizadas en el estudio. En las tres grandes, Madrid, Barcelona y Bilbao, el transporte público ha aumentado un 40% durante los tres últimos años".

La clave, según Monzón, está en que estas capitales han apostado "claramente" por el suburbano como mejor opción para desplazarse. Sus responsables políticos consideran que el metro es el mejor medio. "Por eso", explica Monzón, "en Madrid se han realizado en ocho años tantos kilometros de metro como en los 80 años desde que el metropolitano fue inaugurado por Alfonso XIII".

Para el catedrático, "el gran defecto de Madrid es no apostar más por el transporte público en superficie: no fomentar el uso de los autobuses municipales, no habilitar más carriles-bici y no poner tranvías, como hacen otras grandes capitales europeas".

Uno de los problemas que sufren los autobuses de Madrid es que no cuentan con carriles reservados bien definidos. "Aquí se limitan a poner una raya o pintar una zona de color para decir que aquello es un carril-bus o un carril-bici; la gente raramente respeta estas normas", sostiene Monzón.

Para ilustrar sus teorías sobre los beneficios del transporte en superficie recurrió al modelo de tranvía de Barcelona, que lleva el tráfico de las afueras de la ciudad al centro. "El tranvía también funciona muy bien en Alicante, que, a pesar de ser una ciudad más pequeña, ha apostado por este modelo con muy buenos resultados". Monzón añadió el ejemplo a seguir del transporte náutico de Cádiz, "que ha puesto barcos que cruzan la bahía y rebajan la entrada de coches en el centro de la capital".

El catedrático cree que las Administraciones también deben dar facilidades a los viajeros en las tarifas y explica el caso de Andalucía: "Todas las capitales comparten abono de transporte", afirma; "un ciudadano de Almería puede utilizar su abono para subirse, por ejemplo, a un autobús de Sevilla".

Monzón se refirió a la polémica reforma de la M-30, proyecto estrella del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Los críticos aseguran que la vía atraerá más tráfico. "Los expertos creemos que los problemas de la remodelación de la circunvalación provocará congestiones puntuales en la propia M-30 y no afectará a otras vías", manifestó Monzón. Sobre la declaración de intenciones del alcalde, realizada en el Congreso, de que la capital se va a recuperar para el peatón, considera: "Parece buena, pero se puede quedar en nada si no va acompañada de un documento que sirva de debate para los expertos y contenga propuestas y compromisos concretos".

El catedrático incidió en los tres aspectos que Madrid debe mejorar para contar con una movilidad más sostenible: "Más transporte en superficie, carriles-bici y tranvías en ejes muy concretos de la ciudad".

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