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El proceso para el final de ETA

El Gobierno espera que el fin de la huelga de De Juana frene la 'kale borroka'

Luis R. Aizpeolea

El cese de la huelga de hambre, tras 63 días, de Iñaki de Juana supone un importante alivio para el proceso de paz en el País Vasco, de modo que puede amainar la kale borroka (lucha callejera), que rebrotó a mediados de agosto, a los pocos días de su inicio, según admitían ayer fuentes gubernamentales. De Juana inició la huelga de hambre el 7 de agosto para protestar por la petición fiscal de 96 años de cárcel por presuntas amenazas vertidas en dos artículos publicados en el diario Gara, una vez que había cumplido su condena.

El Gobierno había centrado en la huelga de hambre de De Juana su principal preocupación sobre la marcha del proceso, en las dos últimas semanas. La vinculó, en primer lugar, al rebrote de kale borroka, iniciado a los 10 días del comienzo de la huelga de hambre de De Juana. También consideró que ETA no podría dar pasos en el proceso de paz mientras tuviera en huelga de hambre en la cárcel a un militante de la banda tan cualificado como De Juana.

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El Ejecutivo llegó a temer, en un primer momento, que la huelga de hambre de De Juana se extendiera a otros presos de ETA y el proceso de paz se encontrase ante un obstáculo tan inesperado como difícil de sortear. El Gobierno despejó pronto este temor al comprobar que tanto la familia de De Juana como sus abogados, vinculados a la izquierda abertzale, trataban de convencerle de que abandonara la huelga de hambre.

A partir de ahí, el Gobierno, a través de Instituciones Penitenciarias, hizo todos los esfuerzos por evitar que la huelga de hambre afectase de modo irreversible a su salud. En el Ejecutivo pesaba la opinión de numerosos medios jurídicos de que la petición fiscal para De Juana era "absolutamente desmesurada".

También tenía en cuenta que la petición fiscal de 96 años se produjo en un momento previo al alto el fuego de ETA, en medio de una campaña política lanzada por el dirigente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco Alcaraz, apoyado por el PP, para evitar que los presos de ETA, condenados por delitos de sangre, pudieran salir de la cárcel una vez cumplida su condena.

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El Ejecutivo cree que el final de la huelga de hambre de De Juana allana el proceso de paz.

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