La UE califica la prueba atómica de Pyongyang de "acto irresponsable"

La Unión Europea y la OTAN, donde los embajadores se reunieron en sesión especial, recurrieron a fuertes términos verbales para condenar ayer a Corea del Norte por su experimento nuclear. El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, calificó la prueba atómica de "acto completamente irresponsable", mientras que el secretario general de la Alianza Atlántica, Jaap de Hoop Scheffer, habló de "bofetada a la comunidad internacional". Solana no quiso establecer comparaciones entre lo que ha pasado en Corea del Norte e Irán.

Javier Solana y la presidencia finlandesa reaccionaron con duros términos al anuncio de Pyongyang. "Es un acto completamente irresponsable", resumió el coordinador de la política exterior de la Unión. "Socava gravemente la seguridad regional y la estabilidad". Solana hizo notar cómo "una vez más la República Democrática Popular de Corea ha hecho caso omiso de las peticiones de la comunidad internacional y ha incumplido su palabra". Según él, "necesitamos analizar nuestra respuesta con frialdad, pero esta respuesta debe ser firme y clara".

La presidencia finlandesa, al timón comunitario durante este semestre, "condena firmemente" en nombre de los Veinticinco la prueba atómica, que califica de "inaceptable". "En desafío de la declaración del Consejo de Seguridad del 6 de octubre y de los llamamientos de la comunidad internacional, esta prueba pone en grave peligro la estabilidad regional y supone una grave amenaza a la paz y seguridad internacionales", indicó en un comunicado. La fecha se refiere al pasado viernes, cuando a los tres días del anuncio norcoreano de que preparaba un nuevo experimento nuclear se pidió al régimen de Kim Jong-il que renunciara y reanudara las conversaciones a seis bandas (junto a Corea del Sur, EE UU, China, Rusia y Japón) suspendidas desde hace un año.

Misiles

La declaración finlandesa señala también que la prueba atómica "choca completamente" con la resolución 1.695 adoptada por unanimidad en julio pasado por el Consejo de Seguridad, en la que se pedía a Pyongyang que evitara cualquier acción que pudiera agravar la tensión en la zona.

Aquella resolución fue acordada a los pocos días de que Corea del Norte probara, con muy dispares resultados, siete misiles que alarmaron a la comunidad internacional. Estados Unidos calculó que Pyongyang estaba en condiciones de alcanzar Alaska. El régimen comunista hizo oídos sordos a la advertencia y el pasado martes anunció que se veía obligado a realizar una prueba nuclear como medida defensiva disuasoria ante las sanciones y amenazas de Washington. Por eso sonaba a impotente la petición realizada desde Helsinki al país asiático para que vuelva a la mesa negociadora a seis, cumpla lo pactado en septiembre del año pasado y sobre todo "abandone todas sus armas nucleares y sus programas nucleares".

El secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, habló de "bofetada a la comunidad internacional" tras reunirse con Solana. Al jefe de la política exterior de la UE se le preguntó sobre la posibilidad de que la estrategia norcoreana pudiera ser tomada como ejemplo por Irán. "No quiero entrar en comparaciones entre lo que ha pasado en Corea del Norte e Irán", respondió. Pyongyang se retiró del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) en 2003 con este anuncio: "Nuestras actividades se limitarán por ahora a objetivos pacíficos, como la producción de electricidad".