La española detenida en Cancún es sometida a un careo con un policía
Ana María Ríos Bemposta, la turista española detenida en Cancún (México) con cartuchos y un detonador de uso exclusivo del Ejército, fue sometida ayer a un careo con el policía que supuestamente revisó su equipaje. Tras el careo, la joven manifestó que se encontraba, que no había sido una prueba dura y que confiaba en la justicia.
El careo se llevó a cabo ante el titular del Juzgado Segundo de Distrito de Cancún, Alfonso García Sans, a quien José Álvaro Alcocer, el abogado de la joven, presentó las pruebas de "dactiloscopia" y químicas con sodio que se han realizado para demostrar que su defendida, de 26 años, no manipuló los cartuchos ni los percutores hallados en su maleta.
Varios agentes de la policía involucrados en el caso cayeron en contradicciones durante el careo judicial, según informó Alcocer. El abogado defensor de Ríos indicó a la prensa que uno de los policías dijo haber hallado de manera accidental una bala, mientras que otra agente de seguridad del aeropuerto, la que controla el equipo de rayos X, señaló que fue ella quien la encontró, informa Efe.
Otro asunto extraño, según la defensa, es que los agentes dicen haber hallado la bala de manera accidental, que se cayó cuando revisaban el equipaje. Pero la defensa argumenta que si las demás balas estaban supuestamente en un compartimento sellado, por qué una se cayó. "Alguien está mintiendo", dijo Alcocer a la prensa.
Con las pruebas practicadas, el juez tendrá que decidir antes del lunes por la noche si amplía el tiempo de investigación o deja libre a la española, que está detenida en la cárcel municipal de Cancún. Originaria de Pontevedra, Ríos es considerada "presunta responsable" de violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos en la modalidad de posesión de cartuchos y artificios de guerra del Ejército y Fuerza Aérea.
En el equipaje fueron hallados hace cuatro días cartuchos de distintos calibres (7,62 milímetros; 0,223 milímetros; 9 milímetros), dos casquillos calibre 38 y 50 milímetros y un encendedor EM-1 Expal para detonar explosivos. Familiares de Ríos estiman que ésta ha sido víctima de una trampa urdida antes de su partida, ya que ella no tuvo el control de su equipaje en las horas previas al embarque.
Un primer informe del Ejército determinó que en la maleta de la detenida fue hallado "un artificio de guerra de fabricación española", según informaron a Europa Press fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR). Este expediente fue lo que originó la apertura de la investigación.
