El PSOE acoge con preocupación el tripartito, pero confía en el PSC

El PSOE quiere creer que "la sensatez" de José Montilla, candidato del PSC a la Generalitat de Cataluña, y la experiencia de los errores cometidos permitirá que la formación de un Gobierno tripartito tenga el menor coste posible para el Ejecutivo de la nación. No obstante, la dirección socialista acoge con preocupación la decisión de sus compañeros del PSC, y así se reflejó ayer en el debate de la comisión permanente de la ejecutiva.

En la dirección del PSOE no hay precisamente euforia por la decisión del PSC, aunque tampoco sorpresa. Durante toda la campaña electoral el primer secretario del PSC, José Montilla, dejó claro al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que iba a por todas, es decir, a formar gobierno, y previsiblemente con los mismos partidos: ERC e ICV. La noche electoral Montilla informó a Zapatero de que su opción era el tripartito. Anteayer se lo confirmó telefónicamente.

La preocupación, e incluso alarma, se manifestó ayer en la reunión de la Comisión Permanente de la ejecutiva. El nombre más repetido fue el de Josep Lluís Carod Rovira, futuro vicepresidente de la Generalitat. En la permanente se afirmó que la historia empieza mal, porque las primeras palabras de Carod han sido para arremeter contra el PSOE y Zapatero. En efecto, el día anterior el líder republicano utilizó como argumento para explicar el tripartito que se trata de la opción que "no quiere el PSOE".

La mayoría de los intervinientes pusieron sobre la mesa los inconvenientes que traen para el Gobierno de España y para el PSOE la reedición del tripartito y, sobre todo, la presencia de Carod. La principal preocupación se centra en el efecto que el tripartito tendrá en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo. Y esta preocupación es grande en los responsables federales de las áreas municipal y autonómica, Álvaro Cuesta y Alfonso Perales, respectivamente.

"Errores" del pasado

La dirección del PSOE dio por seguro que el PP utilizará al Gobierno catalán como arma arrojadiza contra Zapatero. De "los errores" pasados del Gobierno que presidió Pasqual Maragall habló ayer Alfonso Perales, para dar por seguro que no se repetirán. Perales actuó de portavoz en ausencia del secretario de organización, José Blanco, que se encuentra en una reunión de la Internacional Socialista en Chile.

En nombre de la dirección del PSOE, Perales señaló que "resulta alentador" que el futuro gobierno "se establezca sobre bases nuevas y una agenda política nueva", por lo que "algunos de los errores anteriores quedarán corregidos". Sobre los reproches de Carod al PSOE por haber apostado por un gobierno con CiU, Perales se limitó a decir: "Pelillos a la mar".

No obstante, este dirigente socialista no pudo evitar traslucir cierta frialdad en toda su exposición. Pero más que frialdad, en la reunión hubo intervenciones de preocupación. Junto a ellas, otras de carácter moderado. En estas últimas se situaron el portavoz parlamentario, Diego López Garrido, y la candidata a la alcaldía de Valladolid, Soraya Rodríguez, para quienes el PSC tenía muy difícil, de cara a su electorado y a sus militantes, pactar con su "adversario natural", el CiU. La esperanza de todos está en "la sensatez" de Montilla. El PSOE da por seguro que impulsará una gestión "con gran contenido social y sin estridencias". Esa confianza en el ex ministro de Industria también la tiene Zapatero, aseguran en la ejecutiva.