_
_
_
_
_

Cómoda entrada por Farjana

Durante el mes de octubre de 2005, cuando se multiplicaban los asaltos de inmigrantes subsaharianos a las vallas de Melilla con su saldo de muertos y heridos, un puñado de sin papeles entró cómodamente a pie en la ciudad autónoma.

A. L. O., un agente de la sección de especialistas fiscales de la Guardia Civil, se desplazó al menos tres noches al puesto fronterizo de Farjana, el más pequeño y por el que sólo pueden cruzar los lugareños. Cierra a las 10 de la noche, pero el agente, que disponía de la llave, acudía allí a medianoche para abrir la puerta de la verja.

Horas antes, al caer la noche, Mohamed Amarzak había subido hasta las laderas del monte Gurugú, que domina Melilla, donde tenía cita con subsaharianos y asiáticos. Bajaban a pie hasta el cementerio de Sidi Ouriech, situado a pocos metros de la puerta de Farjana, donde Mimoun el Jouari se hacía cargo de los inmigrantes. Cuando llegaba la hora cruzaban velozmente la puerta.

El Jouari reconoció en el interrogatorio, al que le sometió la brigada judicial de Nador (noreste de Marruecos), que introdujo en Melilla a al menos nueve subsaharianos y a cuatro asiáticos. Por cada inmigrante abonaba al agente 500 dirhams (46 euros), una tarifa sorprendentemente barata comparada con la practicada en la frontera principal (280 euros), y que además A. L. O. no siempre llegó a cobrar, según la investigación interna de la Guardia Civil.

Del lado marroquí de Farjana están desplegadas las Fuerzas Auxiliares, un cuerpo paramilitar, que en aquellos días estaba en alerta permanente a causa de los asaltos de inmigrantes subsaharianos. Difícilmente pudieron sus agentes dejar de ver este tejemaneje en torno a la puerta de la pequeña frontera.

El ingreso de estos sin papeles en el Centro Temporal de Estancia de Inmigrantes de Melilla dio el cante a la Guardia Civil mucho antes de que la brigada judicial de Nador descubriese, gracias a los interrogatorios, la introducción de clandestinos a través del paso de Farjana.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La investigación condujo a A. L. O., que fue detenido, junto con un cómplice marroquí, a finales de diciembre, e ingresó en prisión en Melilla imputado por un delito contra los derechos de los extranjeros y por otro de cohecho. Actualmente se encuentra en libertad provisional a la espera de juicio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_