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El proceso para el fin del terrorismo

Zapatero se niega a acercar presos antes del diálogo y critica a Aznar por hacerlo

El presidente del Gobierno cree que la huelga de hambre de De Juana dificulta el proceso

Luis R. Aizpeolea

José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer en el Senado que "no dará ningún paso" en el proceso de paz, como el acercamiento de presos de ETA, hasta que se acredite la "voluntad inequívoca de la banda de dejar" las armas. Contrastó su compromiso con la actitud del Gobierno de José María Aznar en la tregua de 1998-99, en la que acercó presos etarras a las cárceles vascas sin que se acreditase dicha voluntad. El presidente admitió que la huelga de hambre de De Juana es un obstáculo para el proceso, pero su futuro "no depende de una sentencia, sino de la voluntad de ETA de dejar las armas".

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Zapatero aprovechó la pregunta del portavoz del PP, Pío García Escudero, en la sesión de control del Senado de ayer sobre si el Gobierno ha acreditado la voluntad de ETA de abandonar las armas para dirigir un mensaje de firmeza a la banda sobre el proceso de final dialogado del terrorismo y censurar la actitud del primer partido de la oposición en este proceso. Basó su intervención en el compromiso alcanzado en la resolución parlamentaria de mayo de 2005 y en su declaración institucional del pasado junio por las que sólo iniciará el diálogo con ETA y adoptará medidas, como el acercamiento de presos de la banda a las cárceles vascas, cuando ésta acredite el abandono de la violencia.

El presidente, en respuesta al rebrote de la kale borroka, desde agosto, y del robo de la armería por parte de ETA en el sureste de Francia, proclamó que el Gobierno se tomará "el tiempo que sea necesario" para acreditar que existe una "voluntad inequívoca" de la banda de abandonar las armas y se comprometió a "no dar ningún paso hasta que esa voluntad esté acreditada". Se refería al inicio del diálogo y al acercamiento de presos de ETA a las cárceles de Euskadi.

Frente a la actitud descalificadora del proceso por parte de García Escudero, Zapatero lo puso en valor y pasó a la ofensiva contra el PP.

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"Es probable que para ustedes sea un dato irrelevante que nos encontremos en un periodo de tres años largos sin que haya víctimas mortales por parte de ETA. Es probable que para ustedes sea un dato irrelevante que haya un alto el fuego permanente de ETA. Y que en este periodo, el Gobierno haya mantenido los principios, el funcionamiento del Estado de derecho y no haya dado un solo paso a diferencia de lo que hizo su Gobierno en la tregua de 1998, que ni era alto el fuego permanente y veníamos de atentados con víctimas mortales".

Tras recordar, cómo la víspera, la dirigente del PP vasco, María San Gil, admitió que "Aznar cometió serios errores en la tregua de 1998, acercando presos sin que se acreditase la voluntad de ETA de poner fin a las armas", Zapatero retomó su ofensiva: "Eso ni ha pasado aquí ni va a suceder porque este Gobierno va a estar firme y sólo actuará cuando se acredite la voluntad de ETA de dejar las armas".

Zapatero culminó su intervención con un severo reproche al PP por su actitud de combate frente a este proceso: "Los españoles no contemplan la lucha contra el terrorismo desde dos actitudes, según se esté en el Gobierno o en la oposición. Eso sólo lo han hecho ustedes desde la transición. El Gobierno tiene la obligación de intentar el final, pero ustedes sólo se han dedicado a criticar y a hacer política de partido sin visión, sin respeto al interés del Estado y al futuro de paz".

También se refirió, en los pasillos del Senado, a la huelga de hambre del etarra Iñaki de Juana, en protesta por la sentencia que le condena a 12,5 años de cárcel. "Pueden ser factores que dificulten el proceso, que requieran más esfuerzo, pero el proceso no depende de una sentencia. El problema de fondo es la voluntad de ETA de dejar las armas".

García Escudero hizo uso, como hace tres semanas, del terrorismo, o su final en este caso, como elemento de confrontación y debate político. Antes de la intervención de Zapatero, García Escudero sentenció que "no hay la más mínima señal de que ETA vaya a abandonar las armas" pues "todo indica que, una vez más, ETA se está rearmando, reorganizando y refinanciando". Citó, en los meses de alto el fuego, la realización de 150 actos de violencia callejera, 44 homenajes a terroristas, 82 manifestaciones delictivas radicales y la extorsión a empresarios.

Según el portavoz del PP, "ETA sigue estando donde siempre ha estado" y "el único que aquí se ha movido ha sido el presidente del Gobierno y quien debería ser el más fuerte es el más débil". García Escudero reprochó a Zapatero que "la verificación es sólo una excusa para ganar tiempo, en el que su angustiada necesidad de alcanzar la paz como sea le debilita como parte de cualquier negociación".

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