Zapatero tranquiliza por carta a los presidentes de las dos autonomías

Los presidentes de Aragón y Castilla-La Mancha, Marcelino Iglesias y José María Barreda, respectivamente, recibieron ayer una carta del presidente José Luis Rodríguez Zapatero para tranquilizarles respecto a su actuación personal en los Estatutos de Autonomía de esas comunidades. El presidente se sitúa al margen de los avatares de ambos textos, que se encuentran en fase de tramitación.

"En ningún momento ha figurado en la agenda del jefe del Ejecutivo introducir cambios en las reformas estatutarias que tienen su propio cauce de discusión y debate. Primero en los Parlamentos autonómicos y después en las Cortes Generales. El Gobierno estará dispuesto siempre a colaborar para la formación de consensos en todas las reformas estatutarias que lleguen al Parlamento de la nación".

El presidente señala que "no se ha planteado cambios en los nuevos Estatutos para forzar un pacto sobre el agua, ni ha mantenido reunión alguna con ese objetivo".

Aunque no se realizaron declaraciones por parte del Gobierno sobre este asunto, el Ejecutivo sí remitió una carta al director de este periódico en la que el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguraba: "El presidente no ha hecho declaración pública alguna sobre su supuesta intención de plantear cambios en los nuevos Estatutos de Aragón y Castilla-La Mancha".

Moraleda subraya en la carta que "tampoco figura en la agenda del Jefe del Ejecutivo introducir cambios en las reformas estatutarias que tienen su propio cauce de discusión y debate. Primero en los Parlamentos Autonómicos, y después en las Cortes Generales".

La nota concluye con la siguiente declaración: "El Gobierno estará dispuesto siempre a colaborar para la formación de consensos en todas las reformas estatutarias que lleguen al Parlamento de la nación".

Tanto Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, como José María Barreda, jefe del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, conocen ya del presidente del Gobierno su voluntad de acuerdo, por lo que con ese ánimo acudirán a la negociación de enmiendas los representantes del Grupo Socialista y del Ejecutivo, informan fuentes de la dirección del PSOE.