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Una operación lenta y laboriosa

Desde que a principios de enero, a raíz de las denuncias de algunas de las víctimas al sindicato UGT comenzase la investigación, han pasado 11 meses. Ha sido una operación "lenta y laboriosa" de la que aún quedan "algunos flecos", según explicaba ayer el jefe de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Albacete, Rafael Soria.

En Villarrobledo se intervino en enero la primera gestoría implicada en la trama de inmigración ilegal y lo que se descubrió "era sólo la punta del iceberg", explica Soria. Poco a poco fueron destapando la trama hasta detener a empresarios, intermediarios y gestores. De todos, los más perjudicados, a pesar de que no sufrirán consecuencias legales, son los inmigrantes. Muchos de ellos no se atrevieron a denunciar y la policía espera que lo hagan a partir de ahora. "A las víctimas les cuesta denunciar porque piensan que se tomarán medidas contra ellos. Esperamos que el que se haga público sirva para llegar hasta donde no hemos podido llegar en este tiempo", confía Soria.

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