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Atentado terrorista en Afganistán

El ataque reabre la polémica sobre la presencia española en Afganistán

El PP pide calificar de "guerra" la misión mientras CiU critica a Carme Chacón

El atentado que costó ayer la vida a dos guardias civiles y a un traductor iraní nacionalizado español en la base afgana de Qala-i- Naw ha reabierto el debate político sobre el despliegue español en el país asiático. El Partido Popular aprovechó el telegrama de pésame que envió ayer a las familias de los fallecidos para insistir en una de sus reivindicaciones al Gobierno: que califique la misión de la OTAN en Afganistán de guerra. La número dos del partido, Dolores de Cospedal, mostraba en el texto su apoyo a la labor de los efectivos españoles desplegados en misiones en el exterior "e incluso guerras como ocurre en este caso".

El principal partido de la oposición no pone en duda la presencia española en Afganistán, máxime cuando fue en 2002, durante el último Gobierno de Aznar, cuando comenzó la misión.

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Sí lo han hecho, sin embargo, otros partidos. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, criticó duramente la labor de la ministra de Defensa, Carme Chacón, y abogó por abrir "de una vez por todas" el debate sobre el despliegue español en Afganistán. Duran aseguró que el Ejecutivo ignora que es "una guerra que muy probablemente la comunidad internacional tenga perdida".

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Más allá fue el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien exigió la "retirada inmediata de nuestras tropas con urgencia y seguridad" ya que, "tras casi una década de ocupación", no se ha logrado ningún avance.

Por su parte, el PSOE pidió prudencia por boca de su secretaria de organización, Leire Pajín, quien recordó que las decisiones del Gobierno en esta materia se han debatido y apoyado en el Congreso, único lugar donde, en su opinión, "se deberían debatir".

Precisamente en el Congreso, Chacón aseguró el pasado febrero, durante una comparecencia para informar sobre un atentado en Afganistán en el que murió un soldado del Ejército, que la misión se desarrolla en un escenario "altamente arriesgado, de conflicto y de guerra".

Durante esa comparecencia, en la que todos los grupos salvo IU, ICV y ERC respaldaron el despliegue, la ministra de Defensa pidió apoyo para el envío "absolutamente necesario" de 511 militares adicionales y 40 guardias civiles a Afganistán.

La petición respondía al compromiso adquirido por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en octubre de 2009, de enviar personal destinado al entrenamiento de unidades policiales afganas. El número actual de guardias civiles destinados al país asiático es de 37, 18 de los cuales realizan su labor en Qala-i-Naw. Los dos españoles asesinados ayer formaban parte de este contingente.

La OTAN, bajo cuyo mando se desarrolla la misión, decidirá en noviembre en Lisboa si el Gobierno afgano está en condiciones de comenzar a asumir el control de su país. No será hasta entonces cuando el Ejecutivo que dirige Zapatero se plantee un calendario de retirada de efectivos, aunque parece descartado que los soldados españoles se replieguen en un primer momento de la que es, hoy por hoy, la misión más importante que desarrollan las tropas españolas en el exterior.

La más importante, pero no la única. El Ejército español mantiene misiones con efectivos desplegados en Líbano y en Somalia. En el sur del primero de estos países, e integrados en la Fuerza de Interposición de la ONU para Líbano (FINUL), unos 1.100 soldados españoles se desplegaron en dos puntos de la frontera con Israel después de la guerra entre este país y Hizbulá de 2006. Desde febrero de este año, el general Alberto Asarta ostenta el mando de las tropas internacionales en el país del cedro, lo que le convierte en el primer español que dirige una operación multinacional de paz de Naciones Unidas. Ocho soldados españoles han fallecido desde el inicio de las operaciones en Líbano.

En Somalia, el Ejército español participa en dos misiones. Una de ellas, la operación Atalanta, lucha contra la piratería en el Índico bajo mando de la Unión Europea. La aportación española es de 370 militares repartidos en una fragata, un patrullero y el destacamento aéreo Orión, desplegado en Yibuti, según la web del Ministerio de Defensa. La segunda misión, bajo mando de la ONU, tiene su base en Uganda. Cuenta con 141 efectivos, de los cuales 38 son españoles, y tiene como objetivo el adiestramiento de 2.000 militares somalíes.

Por su parte, la Guardia Civil participa en numerosas misiones internacionales. En los Balcanes, bajo mando de la UE, está presente en Sarajevo y Mostar, en el campo de Hamallaj (Albania) y en Kosovo y en la antigua república yugoslava de Macedonia. Participa también en la Misión de las Naciones Unidas para Timor Oriental y, desde 2004, en la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití.

Cientos de afganos se han congregado ante la base española de Qala-i-Naw y han atacado el recinto con piedras. La protesta se ha producido después de saber que el chófer afgano que había matado a dos guardias civiles españoles había sido abatido.Vídeo: CNN+

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