_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una reforma racional

El cambio del marco laboral se demostrará válido si crea empleo cuando la economía repunte

Los socialistas hicieron decaer ayer en el Congreso la mayoría de las enmiendas, introducidas en el Senado, que endurecían la reforma laboral y que habían sido criticadas por los sindicatos por considerar que empeoraban un texto que "facilita la extinción del contrato, no aborda la lucha contra la temporalidad y dota de mayor discrecionalidad al empresario en perjuicio de la negociación colectiva". Varias de esas enmiendas habían sido presentadas por el PNV, partido al que Zapatero quiere convertir en aliado preferente para lo que queda de legislatura.

La vicepresidenta económica declaró ayer mismo, antes de la votación, que la reforma laboral permitirá mejorar la productividad española, que ha perdido nueve puestos en la clasificación anual del Foro Económico Mundial. Ese organismo pone el acento en el carácter poco flexible del mercado laboral español como una de las causas de ese retroceso. Tal inflexibilidad sería consecuencia a su vez, según los defensores de la reforma, de la excesiva dualización entre trabajadores fijos, con despido caro (45 días por año), y temporales, fácilmente despedibles. La excesiva temporalidad es contradictoria con el objetivo de contar con trabajadores experimentados y formados, sin los que no hay progreso de la productividad.

Más información
El PSOE saca adelante sin ningún apoyo la corregida reforma laboral
Zapatero, solo ante la huelga y en defensa de la reforma laboral
Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

La reforma aprobada ayer reduce esa dualización al ampliar la aplicación del contrato de fomento del empleo, con una indemnización intermedia (de 33 días); facilita la negociación salarial en el ámbito de la empresa, a fin de adaptarla a la coyuntura, y acota las causas del despido por razones económicas.

Entre las enmiendas del Senado que endurecían la reforma y que ayer fueron eliminadas por iniciativa del PSOE destaca la del PNV, que condicionaba la transformación de contratos eventuales en fijos a que el trabajador lleve tres años "en el mismo puesto"; bastará con que haya permanecido en la misma empresa. También se ha eliminado la propuesta de CiU sobre las causas económicas del despido que subrayaba -innecesariamente según el PSOE- que bastaría para ello la "disminución persistente de beneficios". En cambio, se ha aceptado la enmienda que flexibiliza los plazos de los parados para inscribirse en algún curso de formación. Asunto que tiene que ver con la existencia de parados que trabajan en el empleo sumergido.

Todas esas medidas son racionales, pero su incidencia en el actual nivel de paro (del 20%) es inapreciable. La reforma por sí misma no crea empleo, ni fijo ni eventual. De lo que se trata es de que cuando comience la recuperación, la existencia de esa mayor flexibilidad favorezca la contratación, y especialmente la de carácter estable, condición para contar con plantillas más formadas, que al empresario le interese conservar. La prueba de la eficacia de la reforma depende por tanto de sus efectos futuros. Pero la experiencia indica que solo si la reforma existe previamente se reduce el plazo que suele separar la superación de la recesión de la creación de empleo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_