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Las cuentas del Estado para 2011

Hacienda tapa por adelantado el agujero fiscal de las Sicav para evitar la fuga de capitales

La tributación de las reducciones de capital entra en vigor el 24 de septiembre. -El Gobierno trata de evitar la fuga de dinero hasta fin de año

La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, ha anunciado hoy que el cambio de normativa fiscal de las Sicav (instrumentos utilizados por las grandes fortunas) entrará en vigor desde el 24 de septiembre pasado, el día siguiente de ser anunciada por el Gobierno. Aunque ese cambio se introduce en los Presupuestos Generales del Estado a aprobar para el año 2011, Hacienda ha decidido que entre en vigor de forma inmediata (o con efectos retroactivos desde el momento en que se apruebe la ley) para evitar una fuga de capitales de las Sicav en los tres meses que quedan hasta final de año.

En realidad, cientos de millones de euros han salido por esta vía completamente legal en los últimos años que el Gobierno ha decidido tapar ahora. El discurso oficial del Gobierno ha sido tradicionalmente que las Sicav no suponían ningún privilegio para las grandes fortunas en compabíaración con los fondos de inversión, abiertos a los pequeños ahorradores. Tanto unos como otros tienen un tipo del 1% en el impuesto sobre sociedades y sus partícipes o accionistas tributan al 19% ó 21% cuando obtienen reembolsos o dividendos por su participación en dichas instituciones o cuando venden. Sin embargo, EL PAÍS desveló en octubre de 2009 que en realidad las grandes fortunas habían encontrado la vía de retirar su dinero de las Sicav sin apenas tributar.

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Cuando acumulan reservas procedentes de beneficios que han tributado al tipo del 1%, las Sicav generan retorno a los accionistas mediante la devolución de capital o de prima de emisión. Estos retornos no tributan en el momento que se producen, ya que tales devoluciones simplemente constituyen un ajuste en el valor de adquisición de las acciones que se tiene en cuenta a efectos de la determinación futura de la existencia de ganancias o pérdidas patrimoniales si tales acciones fueran vendidas.

Esto es así porque las Sicav son sociedades (los fondos de inversión no lo son) y ese mecanismo de devolución de aportaciones que utilizan las Sicav es común a todo tipo de sociedades. Fuentes de Hacienda reconocen que si las acciones no se venden en un largo período de tiempo, la tributación del accionista en el IRPF se difiere indefinidamente, resultando que, en la práctica, la tributación acumulada del socio y la sociedad es casi inexistente.

En las demás sociedades, la devolución de aportaciones se produce como consecuencia de la acumulación de reservas que ya han tributado al 30%, como regla general, y no al 1% como es el caso de las Sicav.

Tras negarse el año pasado a modificar el régimen de las Sicav, el Gobierno ha asumido ahora esas tesis y admite que se están produciendo salidas de fondos de las Sicav por ese agujero fiscal. Hacienda reconoce ahora que esa fórmula de diferimiento de tributación en las Sicav rompe la neutralidad fiscal entre las diferentes formas de inversión que pueden utilizar los contribuyentes, ya que no es posible utilizarla en los casos de inversión directa o a través de fondos de inversión.

La medida antidiferimiento se articulará como una modificación en la Ley del IRPF que somete a gravamen, como rendimiento de capital mobiliario, las devoluciones de aportaciones a los socios (también cuando se utilizan primas de emisión de acciones con el mismo propósito). En el impuesto de sociedades se establece una medida equivalente (para el caso de sociedades accionistas de Sicav). La medida se extiende también a quienes sean partícipes de entidades equivalentes fuera de España.

Lo que ha anunciado Salgado hoy es que la medida no entra en vigor solo para el IRPF de 2011, sino también para el de 2010 (a partir del 24 de septiembre). Ese efecto retroactivo es posible jurídicamente, aunque tales tipos de cambios despiertan críticas por cuanto ponen en cuestión la seguridad jurídica. El problema es que la alternativa a que su aplicación no fuera inmediata sería una fuga de capitales de las Sicav de aquí a final de año. Algunos expertos creen que la modificación retroactiva de su régimen fiscal también es un duro golpe a ese instrumento de inversión y que la fuga de capitales (no tan acelerada, sino de forma progresiva) se irá produciendo de todas formas.

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