"Nos vamos con sensación agridulce. Todavía se puede hacer más"
Regresa a España un primer contingente de los soldados españoles desplegados en Cachemira para ayudar en la reconstrucción tras el terremoto de octubre
Llegan sonrientes por el deber cumplido y el reencuentro con sus seres queridos pero con la sensación de que aún quedaba mucho por hacer. Un primer contingente compuesto por 170 de los soldados desplegados en Pakistán para ayudar a la reconstrucción tras el terremoto de octubre, ha aterrizado hoy en Santiago de Compostela. Allí se han quedado 66, pertenecientes a la Brigada Ligera Aerotransportable mientras el resto -104, pertenecientes a otras bases- ha continuado viaje hacia Madrid-Barajas.
"Nos quedamos con un sentimiento agridulce" ha lamentado el Capitán González, en declaraciones recogidas por la agencia EFE. "Agrio porque necesitan ayuda y podíamos estar más tiempo ayudándoles. Y dulce, por nuestra vuelta a casa", ha explicado. En cuanto al desarrollo de la misión, los efectivos que en ella han participado se muestran unánimes. "Se ha hecho un trabajo", asegura Manuel Ángel Crespo, un soldado que acudía por primera vez en misión humanitaria. Sin embargo, Crespo coincide también con González en que se podría "haber hecho más porque se ha visto mucha miseria, especialmente entre los niños".
El teniente coronel Rafael Martín, también integrante de la misión, ha hecho a su lllegado un relato del trabajo llevado a cabo por el contingente español en la región asiática. El oficial ha precisado que su labor allí se basó en abrir rutas para permitir que llegara la ayuda humanitaria a los afectados, en abastecer a la población civil de agua potabilizada previamente y en construir refugios para guarecer a los más castigados por el desastre.
"Al principio la acogida por parte de los pakistaníes fue un poco fría", ha relatado Martín, quien ha recordado las difíciles condiciones de vida por las que atraviesa la población tras el terremoto. "Los que viven en las montañas están pasando un invierno bastante malo", ha recalcado, "pero hay muchas ONG que están haciendo una labor muy importante repartiendo tiendas, ayuda humanitaria y aliviando las penas".
Otros 200, aún en Pakistán
En Pakistán quedan aún unos 200 militares españoles, la mayoría de los cuales saldrá hacia España los próximos días 24 y 29 en dos vuelos especiales. En el último de ellos viajará el general Juan Antonio Bautis Otero, que ha estado al mando de la operación, han señalado las fuentes. Otros 52 militares españoles se quedarán tres semanas más en el país para acompañar, desde Karachi (sur de Pakistán), al material y equipamiento que deberá partir en barco hacia España, según esas mismas fuentes. Un total de 370 soldados, la mayoría del cuerpo de ingenieros, han integrado el contingente español desplegado en Pakistán en la primera misión humanitaria de la OTAN, liderada por España como responsable durante este semestre de la Fuerza de Respuesta Rápida (NRF) de la Alianza Atlántica.
La OTAN ha entregado 3.500 toneladas de ayuda, entre ellas medio millón de mantas y 18.000 tiendas de campaña, además de comida y medicinas, en respuesta al violento terremoto que el pasado 8 de octubre causó más de 80.000 muertos y casi tres millones de damnificados. En la misión de la OTAN han participado cerca de mil militares de Polonia, Italia, Reino Unido, Bulgaria, Lituania, Francia, República Checa, Eslovenia y Holanda.
"Una labor muy importante"
De entre todos los soldados en misión humanitaria han sido las tropas españolas "las que han conseguido ser las más valoradas por la población local", ha asegurado el consejero político de la Embajada de España en Islamabad, Vicente Mas. "Han hecho una labor muy importante y se han ganado el cariño y respeto de los cachemires en unas condiciones muy difíciles, tanto políticas como logísticas", ha añadido Mas.
Después de estar varios días varadas en Lahore (este de Pakistán), adonde llegaron el 31 de octubre, las tropas españolas se desplegaron en las localidades cachemires de Bagh y Arja, donde instalaron su cuartel general. Durante casi tres meses, los soldados españoles han asistido a la población damnificada en hospitales de campaña, han acondicionado carreteras y han ayudado a la purificación del agua, entre otras tareas.
En Arja, donde han desarrollado gran parte de su labor, han reconstruido un centro de salud destruido por el seísmo, que ahora es capaz de resistir fuertes réplicas, además de crear tres escuelas, dos para niñas y una para niños, que atenderán a 400 alumnos. También han levantado en esa localidad cachemir trece tiendas de gran capacidad para escuelas provisionales, donde se enseña a 1.500 alumnos, además de crear un sistema de purificación de agua que puede abastecer a hasta 8.000 personas al día y reconstruir más de 25 kilómetros de carretera. Los ingenieros españoles han ayudado también en tareas logísticas a la construcción del hospital de campaña de la OTAN en Bagh.
Durante las fechas navideñas, las tropas españolas fueron visitadas por el ministro de Defensa, José Bono, quien les dijo que su trabajo "vale más que el de todos los burócratas de la OTAN juntos" y pidió un nuevo sistema de financiación de las misiones internacionales. Según el acuerdo alcanzado con el Gobierno de Pakistán, la misión de las tropas de la OTAN tenía una duración máxima de noventa días y debían salir de Cachemira el 1 de febrero.
