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Un testigo asegura que intentó frenar al albañil de Olot que asesinó a cuatro personas

Un total de 30 personas declaran ante el juez hasta el viernes sobre el cuádruple asesinato en la población gerundense

Uno de los 30 testigos que han empezado hoy a declarar ante el juez por el caso del cuádruple asesinato cometido por el albañil Pere Puig, de 57 años, en Olot(Girona) ha relatado que intentó frenar al albañil cuando salía del bar donde cometió los dos primeros crímenes. El hombre ha contado que después de que Puig matase a los Joan Tuber, de 61 años, y a su hijo Àngel, de 35, sin titubeos trató de seguirle. Pero el albañil le encañonó y él se echó a suelo ante la posibilidad de acabar también muerto de un tiro.

Este es el relato más novedoso de la romería de testigos de los crímenes cometidos el pasado 15 de diciembre por Pere Puig, quienmató a sus jefes y a dos trabajadores de la Caja de Ahorros Mediterráneo (CAM), que han declarado hoy ante el juez. Armado con su rifle Verney Carron, primero acudió a las 09.00 horasbar donde Joan Tubert y su hijo Àngel desayunaban. Les disparó a bocajarro y salió por la puerta, donde tenía aparcado su Suzuki azul. Condujo en línea recta hasta la Caja de Ahorros Mediterráneo (CAM) y mató a Rafel Turró, de 46 años, subdirector de la entidad, y la trabajadora Anna Pujol, de 52.

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Hasta las tres de la tarde, 11 testigos que estaban en el bar La Cuina de l'Anna, en el núcleo La Canya, en el momento de los asesinatos se han sentado ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Olot, David Torres, y han explicado de nuevo lo que ya contaron ante los Mossos d'Esquadra: Pere Puig entró aquella mañana, rifle en mano, con la determinación de matar a los dos empresarios. Puig añadió en su declaración ante el juez el 17 de diciembre pasado que si hubiese encontrado al dueño del bar y a un electricista conocido les hubiese matado también.

Tanto el abogado de la acusación particular, Carles Monguilod, como la letrada de la defensa, Núria Masó, han coincidido en que los testigos de hoy no han aportado novedades al caso. Puig, en la declaración un tanto confusa que hizo ante el juez, contó que mató a los Tubert y a los trabajadores de la CAM por deudas y malentendidos económicos. Pero se ha conocido recientemente que el albañil tenía una cuenta bancaria junto a su padre y su hermana con 30.000 euros.

Está previsto que mañana el juez escuche a ocho personas más, todas testigos del segundo tiroteo que Puig protagonizó minutos después en la sucursal bancaria. Entre ellos, está el director de la CAM de Olot, un trabajador de la oficina que salió vivo de la matanza y una clienta a la que Puig encañonó.

El viernes será el turno de los familiares de las víctimas, que hasta ahora no han prestado nunca declaración, y de los Mossos d'Esquadra y policías locales. En total, el magistrado Torres habrá tomado declaración en tres días a 30 personas.

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