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Sarkozy anuncia que regularizará a un tercio de las familias 'sin papeles' y expulsará al resto

El popular ministro del Interior francés califica de "error" los procesos de regularización de España e Italia

"Que las cosas queden claras: la vocación de quienes no tienen papeles es ser devueltos a sus países", ha subrayado hoy el ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, en rueda de prensa. El número dos del Gobierno galo ha anunciado así que no dará su brazo a torcer y que no habrá una regularización sistemática para los inmigrantes sin papeles que tienen hijos escolarizados en Francia, como le exigen la oposición de izquierdas y la mayoría de las asociaciones humanitarias. Se trata de 20.000 familias, de las que sólo 6.000 lograrán un permiso de residencia "humanitario y excepcional".

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La situación de estas familias se ha convertido en la tormenta política del verano en Francia, donde sólo se habla de inmigrantes, calor y Líbano. Y Sarkozy, con las presidenciales de primavera a la vuelta de la esquina, vuelve a salir a escena para defender la firme decisión del Gobierno de expulsar a la mayoría de estos niños y a sus familiares. Sólo se salvará una minoría que cumpla una serie de condiciones. Se prevé que hasta 20.000 familias, de las cuales 14.000 lo han hecho ya, soliciten un permiso de residencia por esta vía antes de que, el 14 de agosto, expire el plazo abierto por el Ejecutivo para tratar de resolver esta situación, según ha admitido hoy Sarkozy.

La posibilidad de escolarizar a un niño sin papeles en el país vecino sacó a la luz los casos de numerosas familias, a quienes la Policía abrió expediente de expulsión. Las protestas del centroizquierda y de las asociaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes llevaron al Gobierno a abrir un procedimiento especial para decidir "caso por caso". Sarkozy, autor de la última reforma que endurece la legislación sobre inmigración, ha explicado que, según sus previsiones, sólo el 30% de los aspirantes lograrán un permiso de residencia "humanitario y excepcional". En total, unas 6.000 familias. "Tras un escrupuloso examen dosier por dosier, situación por situación, los que no hayan obtenido la autorización serán acompañados a sus países de origen", ha manifestado.

La opinión pública le respalda

El más que probable candidato del centroderecha a las elecciones presidenciales de 2007 ha fustigado tanto a quienes "piden la expulsión de todo el mundo, algo extremadamente discutible desde el punto de vista moral y humano", como a quienes "reclaman la regularización de todo

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el mundo". En este punto, Sarkozy ha atacado a la izquierda, a la que consideró "injusta" por "tratar de la misma manera a quien ha acometido el esfuerzo de integración y a quien no quiere hacerlo". El caso es que la opinión pública aplaude el método aplicado por Sarkozy para resolver el problema. Un 62% de los ciudadanos cree que el examen caso por caso es la mejor manera de decidir qué familias pueden obtener la residencia, según una encuesta publicada por Le Figaro.

El 29% de los ciudadanos desea una "regularización automática" de los afectados y el 7% se opone a cualquier medida de acogida. A día de hoy, Inmigración ha aceptado 580 peticiones por 700 rechazadas. Interior exige el cumplimiento de seis condiciones: residir en Francia desde hace dos años, tener un hijo escolarizado al menos desde septiembre de 2005, el nacimiento en Francia de un hijo o que sea la residencia habitual del pequeño al menos desde los 13 años, ausencia de relación de este hijo con el país de su nacionalidad, contribución efectiva de los padres al cuidado y educación del hijo y la voluntad real de integración, caracterizada por la escolarización de los niños, el dominio de éstos del francés, la seriedad en sus estudios y la ausencia de alteraciones del orden público.

Interior ha aumentado la ayuda en caso de que los indocumentadas se acojan a la repatriación voluntaria. Un adulto recibirá 2.000 euros, frente a los 150 de antes, una pareja, 3.500, además de 1.000 euros suplementarios por cada hijo menor hasta el tercero, y después 500 por cada vástago adicional. El centroderecha de la UMP se niega a aplicar regularizaciones masivas, como hicieron en los últimos años los Gobiernos español e italiano y también el Ejecutivo socialista galo en 1997. De hecho, Sarkozy ha asegurado que la experiencia de España e Italia, dos casos llamativos "porque han pasado de ser países de emigrantes a serlo de inmigrantes", ha sido ineficaz y "un error". "Cuanto más se regulariza más se convoca a las redes que trafican y explotan a seres humanos", ha rematado Sarkozy, para quien las legalizaciones masivas son una invitación a la llegada de más extranjeros.

El ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy, gesticula durante una rueda de prensa.
El ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy, gesticula durante una rueda de prensa.EFE

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