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Los análisis de ADN confirman la muerte de un dirigente Al Qaeda en Irak

Mahmud Ahmad Mohamad al Rashid Faruq, más conocido como Omar Faruq, murió durante una redada en Basora en septiembre

Los análisis de ADN han confirmado la identidad de Omar Faruq, líder de Al Qaeda en el sureste de Asia, quien murió el pasado 25 de septiembre en un enfrentamiento con tropas de la coalición, informó hoy el mando militar de EEUU en Irak. Según un comunicado militar norteamericano, durante una redada lanzada el pasado 25 de septiembre en Basora (a 600 kilómetros al sur de Bagdad), soldados de la coalición acabaron con la vida del kuwaití Mahmud Ahmad Mohamad al Rashid Faruq, más conocido como Omar Faruq.

Faruq había sido detenido en Indonesia en junio de 2002, cuando el Gobierno de Washington le describió como el máximo dirigente de Al Qaeda en el sudeste de Asia y un enlace clave entre esa red y la organización terrorista Yemaa Islamiya. En sus interrogatorios, Faruq confesó ser el jefe de operaciones de Al Qaeda en el Sudeste Asiático y haber participado en numerosos atentados con la ayuda del grupo islámico Jemaah Islamiya, que dirige el ulema indonesio Abu Bakar Baasyir.

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También reconoció haber planeado un complot para asesinar a la presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, el atentado contra la Gran Mezquita de Yakarta, Istiqlal, ocurrido en 1999 y la serie de bombas que estallaron en ueve iglesias en la Nochebuena de 2000. El kuwaití reconoció, además, haber tenido una participación activa en la violencia sectaria en Ambon (Molucas) y Poso (Célebes), conflicto en el que han perdido la vida unas 10.000 personas desde su comienzo, en enero de 1999. Faruq dijo entonces que respondía directamente ante el egipcio Ayman al Zawahiri, número dos de Al Qaeda.

Después de su interrogatorio por la CIA, Faruq reapareció en Afganistán el año pasado, cuando fue uno de los cuatro presos que logró fugarse de un centro de detención de máxima seguridad estadounidense radicado en la base aérea de Bagram, a unos 40 kilómetros al noroeste de Kabul. Los fugitivos, considerados peligrosos por la tropas de EEUU, se escaparon por la puerta trasera de la base vestidos con la ropa naranja usada en la prisión.

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Ese mismo 25 de septiembre, el Ministerio de Defensa británico informó de que sus soldados habían matado en Basora a Faruq, aunque hasta ahora no había llegado la confirmación de su identidad.

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