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Dimite tras una serie de escándalos el primer científico en clonar embriones humanos

Hwang Woo Suk usó para sus experimentos óvulos de colaboradoras de su equipo

El mayor experto en genética de Corea del Sur y primer científico en clonar embriones humanos, Hwang Woo Suk, ha dimitido hoy como director del Centro Mundial de Células Madre, en Seúl, tras admitir que utilizó para sus experimentos los óvulos de dos jóvenes investigadoras de su equipo, una práctica considerada poco ética por la comunidad científica. Esta revelación se suma al escándalo provocado el pasado lunes por un colaborador de Hwang, que aseguró que había pagado a mujeres para que donaran sus óvulos.

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En una rueda de prensa en la Universidad Nacional de Seúl, Hwang Woo Suk ha pedido perdón por haber hecho uso de una práctica normalmente no utilizada en el mundo. En su comparecencia, el principal impulsor de la investigación biogenética de Corea del Sur ha precisado, no obstante, que la donación de óvulos por parte de sus asistentes fue voluntaria, aunque contara con el consejo en contra de un funcionario supervisor del proyecto.

El profesor Hwang acaparó las portadas de los periódicos en febrero del año pasado cuando, junto a su colega de la Universidad Nacional de Seúl Moon Shin Yong, logró clonar 30 embriones a partir de 242 óvulos procedentes de 16 mujeres. Tal avance puso al experto surcoreano en la vanguardia de los estudios genéticos humanos que utilizan los descubrimientos con células madre para tratar enfermedades incurables, como el sida, el parkinson y la diabetes.

Respaldo al científico

Hwang dirigía hasta hace unas horas el Centro Mundial de Células Madre, el primer banco mundial de este tipo de células puesto en marcha el pasado octubre dentro de la Universidad Nacional de Seúl. El comité de ética de la Universidad ha respaldado al científico y a su equipo, y ha rechazado las acusaciones que comenzaron a llegar al centro sobre las actividades poco éticas del experto.

El Ministerio de Sanidad y Bienestar de Corea del Sur tampoco ha encontrado problema moral alguno en la actuación de Hwang y sus colaboradores. Según las pesquisas hechas por el Ministerio, las investigadoras donaron sus óvulos porque no podían encontrar suficientes células de este tipo para las investigaciones. La polémica surgió a raíz de una entrevista que una de las colaboradoras de Hwang concedió en mayo de 2004 a la revista científica Nature, en la que reconocía sus donaciones sin saber que tal comportamiento planteaba problemas éticos.

Un informe remitido hoy por el Ministerio de Sanidad surcoreano hace hincapié en que el proceso de las donaciones de óvulos no violó ningún principio legal o moral, pues fueron realizadas por voluntad propia y no hubo beneficio económico.

Sin embargo, esta controversia se une al escándalo surgido el pasado lunes cuando un responsable del hospital encargado del suministro de óvulos al equipo de Hwang admitió que pagó unos 1.500 dólares (1.270 euros) a cada una de las 16 mujeres que donaron sus células para los experimentos genéticos. No obstante, dicho responsable ha afirmado que esta compensación se realizó bajo su responsabilidad, a título personal, sin que hubiera consultado antes al profesor Hwang.

Hwang Woo Suk, hoy, durante una rueda de prensa en la Universidad Nacional de Seúl.
Hwang Woo Suk, hoy, durante una rueda de prensa en la Universidad Nacional de Seúl.AP

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