Bruselas lanza un plan para reducir el sobrepreso, que afecta a 14 millones de europeos

La Comisión Europea ha lanzado hoy un plan para atacar, con la ayuda de las administraciones, la sociedad y la industria, el problema del sobrepeso y la obesidad, un problema que actualmente afecta a cerca de 14 millones de ciudadanos de la Unión Europea (UE), entre ellos tres millones de niños. Contra los kilos no hay soluciones mágicas, así que la UE se centra en promover una alimentación sana y el ejercicio físico.

A través de un Libro Verde, que abre una consulta pública hasta el 15 de marzo 2006, el Ejecutivo comunitario se centra en la forma de reducir la obesidad y la prevalencia de enfermedades crónicas asociadas en la UE, dado que las cifras continuarán aumentando en los próximos años, pues se calcula que 400.000 niños superan cada año su peso. En el caso de España, Portugal e Italia, un 30% de los niños con edades comprendidas entre los siete y los 11 años tienen sobrepeso. Los participantes en la consulta deberán presentar sugerencias para mejorar la información, comunicación y educación, así como posibles acciones para alentar una mejor alimentación en diversos grupos de población, tales como los escolares.

En especial, se analizará cuáles son las mejores recetas para contener el valor nutricional de la dieta en los colegios, especialmente, en lo que se refiere al consumo excesivo de alimentos muy calóricos y bebidas azucaradas. Las cifras aumentan a una "velocidad alarmante" en algunas zonas de la Unión, donde cerca de un 27% de los hombres y un 38% de las mujeres están por encima de su peso normal. Además, la obesidad constituye un factor de riesgo para numerosas enfermedades graves tales como las cardiopatías, la diabetes de tipo 2, la hipertensión, la accidentes vasculares cerebrales y hasta ciertos tipos de cáncer.

El aumento de la diabetes tipo 2

Por ejemplo, la incidencia de la diabetes de tipo 2 en España prevé un aumento del 9,9% registrado en 2003 a un 10,1 en 2025, bastante más moderada que en otros Estados miembros de la UE, como Finlandia, donde pasará de un 7,2 a un 10%. Una mala alimentación y la falta de ejercicio figuran entre las principales caudas de fallecimiento evitables en Europa y se estima que las enfermedades ligadas a la obesidad representan cerca del 7% de los costes totales de los servicios de salud de la UE.

Entre las cuestiones examinadas por Bruselas figura el modo de integrar eficazmente la promoción de modos de vida sanos en otras políticas de la Unión, la contribución potencial del nuevo programa de la Comisión en materia de salud y consumo y el papel que puede jugar la autorregulación del sector de la alimentación y la publicidad. Asimismo, analiza el papel que pueden desarrollar los servicios de salud a favor de una alimentación más sana y una mayor actividad, la mejora de la investigación así como la adaptación del urbanismo y los transportes para facilitar la actividad física.

Sobre la base del resultado de la consulta, la Comisión elaborará una serie de recomendaciones, con acciones concretas e instrumentos para su puesta en marcha. Las informaciones recabadas permitirán "dar una dimensión europea a la lucha contra la obesidad" y reforzarán las medidas y acciones a nivel nacional.