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La NASA salva el 'Hubble'

El final de su vida útil estaba previsto para 2005, pero con la nueva misión de asistencia se prevé que pueda seguir funcionando hasta 2010

Dos astronautas trabajan en la reparación del telescopio <i>Hubble</i> en 1997.
Dos astronautas trabajan en la reparación del telescopio Hubble en 1997.AP

La vida útil del Hubble acabó en 2005, pero todavía aguanta. Los científicos no sabían cuánto más, por lo que esperaban que la NASA diera el visto bueno a la quinta y última misión de salvamento. La agencia espacial estadounidense ha anunciado hoy que enviará a varios astronautas en un transbordador para que hagan las reparaciones y el mantenimiento del telescopio orbital, según ha anunciado el director de la NASA, Michael Griffin.

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"El Hubble nos ha revelado aspectos fundamentales del universo de los cuales no teníamos ni idea", ha dicho el director de la NASA. Con este remozado, que tendrá un coste estimado en al menos 1.000 millones de dólares (766 millones de euros), se prevé que pueda seguir funcionando hasta 2010. Bautizado en honor a Edwin Hubble, padre de la cosmología observacional, el telescopio se encuentra en los bordes exteriores de la atmósfera, en órbita circular alrededor de la Tierra y a 593 kilómetros sobre el nivel del mar. Fue puesto en órbita el 24 de abril de 1990 como un proyecto conjunto de la NASA y de la Agencia Especial Europea. Puede obtener imágenes con una resolución mayor de 0,1 segundos de arco. Desde su lanzamiento, ha recibido cuatro visitas de los astronautas para corregir diversos errores de funcionamiento e instalar equipo adicional.

Debido al rozamiento con la atmósfera (muy tenue a esa altura), va perdiendo velocidad muy lentamente y, a la vez, ganando peso, de modo que cada vez que se envía una misión, el transbordador espacial lo empuja a una órbita ligeramente más alta. De esta manera, se consigue mantener la órbita, alterada por el rozamiento y la atracción terrestre. Aunque estaba previsto que dejara de funcionar en 2005, de momento aguanta, pero no se sabe a ciencia cierta cuánto más. Los expertos apuntaban que el observatorio moriría en órbita en 2007 ó 2008 si no se reemplazaban sus deterioradas baterías y giróscopos. El primer aviso lo dio en junio pasado, cuando su cámara de reconocimiento avanzado, uno de sus instrumentos fundamentales, dejó de funcionar.

Cuatro años más de vida

Fue problema de excesivo voltaje en el circuito de alimentación principal y pudo ser subsanado con la activación del sistema de respaldo. En 15 días, recuperó su vista. La misión de salvamento partirá en 2008 y proporcionará a 7.000 astrónomos de todo el mundo cuatro años más de acceso al famoso observatorio, además de mejores instrumentos para observar el universo profundo y su evolución. Pero la misión al Hubble será también el único vuelo antes de la retirada de los transbordadores espaciales en 2010 que no podría alcanzar la Estación Espacial Internacional en caso de emergencia.

Este escenario preocupa a la NASA desde febrero de 2003, cuando el Columbia explotó durante su regreso a la Tierra. Sus siete tripulantes perecieron en el accidente, que llevó al antecesor de Griffin en la NASA, Sean O'Keefe, a cancelar la misión de mantenimiento del Hubble. Posteriormente, la NASA anunció que sólo mandaría una última misión de asistencia al telescopio después de haber llevado a cabo sin problemas dos misiones tras la tragedia del Columbia. Desde entonces, la NASA ha usado tres veces este tipo de lanzaderas con éxito. También ha introducido mejoras en el revestimiento de los cohetes, el fallo que provocó la catástrofe. Además, ha demostrado que puede inspeccionar y reparar daños menores en órbita.

En este sentido, el director del Centro Goddard de Vuelo Espacial, Ed Weiler, ha recordado que su institución trabajó en la alternativa de una misión con robots que salvara al Hubble, pero tuvo que abandonarse por la complejidad y el costo. "Después de meses de estudio, concluimos de manera unánime en que una misión de reparaciones con robots no funcionaría", ha dicho Griffin. Su vida tiene ahora una nueva fecha de caducidad: 2010. Después, se producirá su caída final controlada, a través de la atmósfera de la Tierra, probablemente a un océano. En 2012, se lanzará un telescopio de nueva generación para sustituirlo.

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