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Largas colas ante las tiendas a sólo unas horas del lanzamiento de la PS3 en Japón

Sony necesita que su nueva consola se convierta en un éxito de ventas, tras el batacazo por la retirada de millones de baterías defectuosas de los portátiles que fabrica

Los grandes almacenes de la capital japonesa, Tokio, están preparándose para la que se les avecina en las próximas horas. Y es que mañana sábado, a las 7 de la mañana (las 23 horas en la Península Ibérica), comenzará a venderse la nueva consola de última generación de Sony, la PlayStation3, más conocida por sus siglas PS3.

Hasta entonces, miles de aficionados se instalarán -ya lo están haciendo- a la puerta de los grandes almacenes, y preparándose para hacer cola. No es simple fanatismo, ya que el número de consolas que se va a lanzar "unas 100.000 para todo el país", según Sony, es claramente insuficiente para cubrir la primera demanda.

Japón es el primero de los países del mundo donde será lanzada la esperada PlayStation3. A Estados Unidos llegará la próxima semana, el 17 de noviembre, y en Europa habrá que esperar hasta marzo del próximo año.

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Con sus reproductores MP3 muy por detrás en cuota de mercado de Apple, y tras el golpe del escándalo de las baterías de portátil defectuosas, que le están obligando a reponer millones de ellas en todo el mundo, Sony no puede permitirse otro fracaso en el segmento de los videojuegos.

La rentabilidad, objetivo a medio plazo

Sony, que domina este mercado desde los últimos diez años, gracias sobre todo al enorme éxito de ventas de la PS2, espera que su nueva consola, impulsada por un procesador que algunos califican como de "supercomputador", y con el gancho del reproductor Blu-Ray incorporado, uno de los dos posibles sustitutos del sistema DVD actual, le permita salir del bache.

El problema, según algunos analistas, es que esta alta tecnología tiene un precio: unos 424 dólares al cambio, que es prácticamente el doble del precio de Wii, la consola competidora de Nintendo, y un 26% más que la Xbox 360 de Microsoft. Y teniendo en cuenta que con cada PS3 que venda perderá dinero (algo habitual en este negocio), tardará en obtener beneficios tanto como tarde en multiplicarse el número de juegos disponibles para la consola.

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