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EE UU afirma ante la ONU que "ni practica ni acepta" la tortura

Washington sólo reconoce "unos pocos casos reales de abusos"

Estados Unidos rechazó ayer las acusaciones de haber cometido actos de tortura en su llamada "guerra contra el terror" que lanzaron esta semana varias ONG. La delegación norteamericana, que comparecía por primera vez ante el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, sólo reconoció "unos pocos casos reales de abusos", e insistió en que se trataba de "incidentes no sistemáticos".

"La tortura está clara y categóricamente prohibida por los tratados de derechos humanos y los que regulan los conflictos armados", aseguró el asesor legal del Departamento de Estado John Bellinger en su intervención en Ginebra ante el Comité de la ONU contra la Tortura. "EE UU no practica la tortura y tampoco la acepta", insistió Barry Lowenkron, secretario de Estado adjunto para la Democracia y los Derechos Humanos.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, EE UU comenzó una política antiterrorista que ha cosechado muchas críticas, entre ellas las del tratamiento que da a los detenidos en las prisiones que controla en Irak, Afganistán y en la base militar de Guantánamo (Cuba). Varias asociaciones criticaron los métodos antiterroristas del Gobierno de Bush en una reunión a puerta cerrada con el comité celebrada el pasado jueves. La ONG Human Rights Watch declaró que "EE UU tiene que dar explicaciones sobre sus métodos de interrogación, que violan claramente sus obligaciones internacionales". Washington ratificó en 1994 la Convención de la ONU contra la Tortura, al igual que otros 140 países. EE UU sólo compareció una vez ante el Comité encargado de verificar la aplicación del texto internacional, en el año 2000.

Lowenkron reconoció ser "perfectamente consciente de las innumerables acusaciones" que pesan sobre su país, pero afirmó que algunas habían llegado al extremo "de lo absurdo". Aseguró que cuando surgen denuncias, incluidas las que involucran a personal oficial, los casos son investigados, y si se encuentran elementos suficientes dan lugar a un proceso judicial. "Los abusos, como los cometidos en Abu Ghraib, enferman al pueblo estadounidense, como al resto del mundo. No tienen excusa y son indefendibles". La delegación está encabezada por Lowenkron y la componen 30 responsables del Departamento de Estado y del Pentágono. Tiene que contestar a las preguntas, conocidas con antelación, de los 10 expertos del Comité.

En respuesta a una de las preguntas, el subsecretario adjunto de Defensa, Charles Stimson, precisó que 120 detenidos murieron en las prisiones bajo control de su país en Afganistán e Irak, y ninguno en Guantánamo, todas ellas por "razones naturales, heridas recibidas en el campo de batalla y por violencia entre prisioneros". En 29 de esos casos "se sospecha que hubo violaciones de la ley o de los reglamentos, por lo que fueron investigados y se adoptaron las medidas apropiadas".

Tras otra sesión de comparecencias el próximo lunes, el Comité tiene previsto entregar sus conclusiones el próximo 19 de mayo.

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El representante del Departamento de Estado John Bellinger, en Ginebra.
El representante del Departamento de Estado John Bellinger, en Ginebra.AP

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