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España cede en el reparto de escaños y acepta la solución italiana

La delegación española reafirmó ayer, nada más llegar a Lisboa, que no aceptaría ningún arreglo sobre el reparto de escaños en el Parlamento Europeo que le atribuyera menos de los cuatro que ya le ha otorgado el compromiso alcanzado en la propia Eurocámara, elevando hasta 54 los 50 eurodiputados españoles registrados en la segunda versión del acuerdo de Niza.

Pero el presidente José Luis Rodríguez Zapatero inició la cumbre con una actitud muy abierta a la negociación, y la posición española se flexibilizó en pocas horas en temas clave, como el aplazamiento del reparto o las consecuencias de un aumento del número de diputados atribuido a Italia.

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Aunque el asesor del presidente para política exterior, Carles Casajuana, había asegurado el pasado viernes que España no aceptaría que se aprobara el Tratado de la UE si no se aprobaba al mismo tiempo la distribución de escaños, el hecho es que anoche se llegó al acuerdo político de incrementar en uno el número de eurodiputados, hasta 751, pero se acordó también aplazar su distribución exacta hasta diciembre. Sin duda, el arreglo implica un acuerdo sobre la distribución, en el que España conseguirá sus cuatro escaños adicionales, pero no puede darse por concluido en la práctica.

La solución adoptada no coincide exactamente con la proporcionalidad exacta que pretendía la parte española. Cada uno de los 73 eurodiputados que Italia tendrá con la nueva fórmula corresponderá, en efecto, a unos 805.000 habitantes, menos de los 810.000 que sustentan cada escaño europeo obtenido por España.

Variante

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El secretario de Estado de Exteriores, Alberto Navarro, aseguró el pasado viernes que España no aceptaría que Francia le diera a Italia un eurodiputado, otra variante de arreglo que se había barajado, precisamente porque rompería, a efectos españoles, la regresión proporcional que inspira el reparto. Ayer dijo, sin embargo, antes de empezar la cumbre, que, asegurado el umbral de los cuatro eurodiputados adicionales y si fuera necesario para llegar al acuerdo, Zapatero estaría dispuesto a no reclamar otro escaño más aunque se lo den a Italia.

El secretario de Estado, que subrayó que la redistribución del Parlamento era el tema más difícil de la cumbre, declinó comentar otras hipótesis de reparto ni más detalles de la posición española, lo que también podía ser indicio de una actitud negociadora. El presidente Zapatero ha sido invitado a hablar ante el Parlamento Europeo el próximo 28 de noviembre.

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