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Los Hermanos Musulmanes se convierten en la segunda fuerza de Egipto tras las elecciones

Logran el 17% de los votos a pesar de no ser un partido legal

El Partido Nacional Democrático (PND), del presidente egipcio Hosni Mubarak, se ha alzado con la mayoría absoluta en el Parlamento al conseguir, según los datos oficiales, 326 escaños de los 454 que componen la Cámara, es decir. Este resultado no es ninguna sorpresa, pero sí que la segunda fuerza en la Asamblea sea la ilegalizada organización islamista moderada de los Hermanos Musulmanes, con 88 asientos. Este partido ha convulsionado la política egipcia en este año en que el país ha vivido una inédita fiebre electoral.

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Sin ser siquiera legales, y presentando a sus candidatos como "independientes" pero con todos los símbolos que les identifican para evitar el veto que pende sobre la organización desde 1954, los Hermanos han logrado 88 escaños, quintuplicando los 17 que tenían en el parlamento saliente. Pero el bloque islamista va a tener un peso innegable en la próxima cámara, con estos resultados el PND se asegura el control de los dos tercios de la Asamblea, necesarios para aprobar algunas leyes, como las vinculadas a las reformas constitucionales.

Además, se convierte en la única formación que podría presentar un candidato en caso de que se adelanten las elecciones presidenciales previstas para 2011, ya que ningún otro partido ha logrado el 5% mínimo de representación parlamentaria. El reparto no es, sin embargo, definitivo, ya que quedan por asignar 12 escaños en circunscripciones donde los comicios tendrán que repetirse debido a las irregularidades y la violencia que presidió la última parte del proceso, en el que han perdido la vida una decena de personas.

Diez muertos durante el proceso

La jornada más violenta se disputó el miércoles en zonas del delta del Nilo, bastión de la Hermandad. Al menos ocho personas murieron en diversos enfrentamientos entre los electores y las fuerzas antidisturbios, que impidieron la entrada de los votantes y los observadores locales en algunos colegios. La situación obligó a algunos jueces a cerrar los centros de votación y ordenar que se repitan en ellos los comicios. Esta inseguridad ha manchado la imagen, tanto externa como interna, del partido de Mubarak.

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Los grandes derrotados han vuelto a ser los grupos de la oposición laica Al Wafd, que han conseguido cinco asientos; Al Tagammu, que tendrá dos diputados; y Al Karama y Al Ghad, con un representante cada uno. Además, nueve candidatos independientes no adscritos a los Hermanos Musulmanes han logrado un asiento. Los diez escaños restantes se cubren por designación presidencial.

Los Hermanos Musulmanes han hecho su campaña sin ocultar su eslogan, El islam es la solución, un lema que puede sonar demagógico pero al que acompaña un prestigio ganado durante décadas de organización activa en la beneficencia y en la ayuda a los pobres. Además, han movilizado a 25.000 activistas en este mes largo de elecciones legislativas (que se han celebrado en seis etapas), según ha explicado uno de los dirigentes de la organización, Isam al Erian, quien ha añadido que entre estos activistas hubo "hombres, mujeres y hasta niños".

Hosni Mubarak, en la ceremonia de clausura de la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica en Riad.
Hosni Mubarak, en la ceremonia de clausura de la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica en Riad.REUTERS

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