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TREGUA DE ETA

Aznar promete a Pujol explorar "todas las posibilidades de diálogo" para acabar con ETA

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se comprometió ayer ante el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, su principal socio parlamentario, a explorar "todas las posibilidades de diálogo, para lograr que la tregua de ETA se transforme en el inicio de un proceso de paz". Así lo subrayaron, al término de la entrevista, tanto el propio Pujol como el portavoz del Gobierno, Josep Piqué. El líder de CiU garantizó, por su parte, a Aznar que separará las reclamaciones de los nacionalistas catalanes de la tregua de ETA. Pujol tranquilizó así a su anfitrión sobre las declaraciones de algunos nacionalistas catalanes, que han propuesto que Cataluña se beneficie de cualquier avance que logre el País Vasco en este proceso.

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Al término de la reunión con Aznar, que se prolongó durante algo más de tres horas, Pujol compareció ante los medios de comunicación para leer un breve comunicado. El presidente de la Generalitat, haciendo gala de la discreción que él mismo ha pedido para abordar la tregua de ETA, se limitó a leer el texto y se negó a abrir una rueda de prensa.Pujol destacó su coincidencia con Aznar en calificar de positiva la tregua de ETA y en señalar que hay "muchas posibilidades de que ésta sea irreversible". Asimismo, expresó su deseo de que el Gobierno sepa "aprovechar todas las posibilidades reales de diálogo" y que éstas "sean exploradas a fondo".

Es la primera vez que el Gobierno, tras la declaración de la tregua por parte de ETA hace una semana, manifiesta de forma clara e inequívoca su disposición al diálogo. En este sentido, el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, fue muy claro al expresar la voluntad del Gobierno de "seguir avanzando y explorando todas las posibilidades de diálogo que pudieran abrirse para conseguir definitivamente que la tregua pueda transformarse en el inicio de un proceso de paz y, en una manifestación de una voluntad real de abandono de las armas". El portavoz precisó que debe culminar con "la entrega de las armas y la autodisolución de la banda".

El Gobierno varió, con su declaración de ayer, su posición inicial en la que exigía la entrega de las armas como condición previa al inicio del diálogo. El portavoz no precisó cuáles son las nuevas condiciones de diálogo y en qué plazos podría producirse, pero sí quiso adelantar su disposición a abrir esta vía.

Aznar aprovechó su entrevista con su primer socio parlamentario, Jordi Pujol, para mover pieza y preparar el terreno para la entrevista que la semana próxima mantendrá con los interlocutores más difíciles de su ronda de consultas, los nacionalistas vascos. Hoy mismo, Pujol preparará el terreno en la cena que mantendrá con el lehendakari en funciones, José Antonio Ardanza.

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Con el encuentro con Pujol, Aznar consiguió superar la principal preocupación que embargaba a su Gobierno tras la tregua de ETA, el temor a que los nacionalistas tratasen de obtener beneficios políticos como consecuencia de la negociación que abriera el Gobierno vasco una vez consolidado el alto el fuego etarra.

Pujol garantizó ayer al presidente del Gobierno que esto no sucederá y de esta forma tranquilizó a Aznar sobre las declaraciones que numerosos dirigentes de CiU realizaron el pasado fin de semana, una vez conocida la tregua de ETA. El anuncio de alto el fuego de ETA coincidió, asimismo, con la Declaración de Vitoria, suscrita por el PNV, CiU y BNG, en la que los partidos nacionalistas se comprometían a profundizar en un horizonte confederal, partiendo del reconocimiento de España como Estado plurinacional.Pujol certificó ayer a Aznar el giro de CiU sobre esta cuestión para salvaguardar sin interferencias de ningún tipo el proceso de pacificación.

Aznar obtuvo el primer éxito de su ronda con las fuerzas democráticas al conseguir que un partido nacionalista separe las reclamaciones de autogobierno del proceso de paz. Esto fue lo que le llevó a Aznar a comprometerse a un diálogo, para asegurar y consolidar la tregua de ETA con un abandono de las armas y su entrega definitiva. Aznar tampoco especificó a Pujol los plazos en que efectuará los movimientos de diálogo. El presidente prefiere que pasen las fechas electorales para comenzar a dar unos pasos que ayer anunció públicamente.

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