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Los embalses del Tajo llegan al nivel que impide llevar a Levante agua para beber

Murcia y Alicante prevén restricciones y Medio Ambiente recurre a pozos excepcionales

El grifo del Tajo se cierra. El nivel de los embalses que alimentan el trasvase Tajo-Segura ha llegado a la línea roja, la que impide trasvasar agua. Es la primera vez que ocurre desde que en 2001 el Gobierno de José María Aznar fijó un límite mínimo a partir del cual no se podía trasvasar. Eso significa que más de dos millones de personas de 79 municipios de Alicante y Murcia no podrán tener agua del Tajo en otoño, a no ser que un diluvio acabe de golpe con dos años de sequía. Todos los municipios de Murcia, salvo dos, y 34 de Alicante beben agua del Tajo.

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Entrepeñas y Buendía, dos enormes balsas de 2.474 hectómetros cúbicos de capacidad se vacían. Hace dos años tenían 838 hectómetros; hace un año 360; hace un mes 265, y ayer a las cuatro de la tarde, tenían 241 hectómetros, sólo uno por encima de la línea roja de los 240 hectómetros que impiden trasvasar agua.

Cada hectómetro cúbico equivale a un volumen similar al de un estadio como el Santiago Bernabéu y aunque cuantitativamente faltaba uno para llegar a los 240, el límite mínimo, la realidad es que no hay diferencia, según las fuentes consultadas. Para trasvasar agua al Segura hacen falta muchos excedentes. Si se trasvasa una cantidad pequeña, ésta se perdería por el camino.

El director general del Agua de Castilla-La Mancha, Fernando Ortega (PSOE), afirma que "no es una sorpresa que los embalses lleguen a la línea roja, lo llevamos advirtiendo desde hace dos años". De los 241 hectómetros restantes, 199 son lodo y fango prácticamente inservible. La sequía se ha cebado con la cabecera de Tajo. En los últimos 12 meses han entrado en los pantanos 300 hectómetros de agua, menos incluso que en el mismo periodo entre 2004 y 2005, el más seco desde que hay registros. La media histórica es que lleguen 850 hectómetros al año.

A finales de este mes, el Consejo de Ministros debe aprobar un trasvase para los próximos tres meses. Así que, salvo extraordinarias lluvias torrenciales en septiembre, el Gobierno no podrá autorizar un trasvase para consumo del Tajo al Segura. Un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente afirma que "el Gobierno cumplirá la ley".

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Sin agua del Tajo, Murcia y Alicante tienen un problema extraordinario, y Almería uno menor. El 55% del agua que beben más de dos millones de personas de Murcia y Alicante procede del trasvase. El Levante almeriense también recibe algo de agua del Tajo.

El presidente de la Mancomunidad de Canales del Taibilla, Isidoro Carrillo, afirma que sólo para cubrir la demanda de septiembre "habrá que recurrir al sinclinal de Calasparra, un acuífero para casos de sequía, a pozos de emergencia, a agua del Júcar, e intentar comprar derechos". La mancomunidad es el organismo adscrito al ministerio que abastece a todos los municipios, incluidos Murcia, Cartagena, Alicante, Elche, La Manga del Mar Menor o Torrevieja, entre otros. Desde octubre del año pasado, han recibido 138,85 hectómetros cúbicos para abastecimiento. Otros 62 han ido para riego.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha acusado a Murcia y Valencia de despilfarrar agua en plena sequía. Carrillo explica que en los últimos dos meses, Murcia y Almería han consumido exactamente la misma cantidad que hace un año, 46,8 hectómetros. En los 10 meses anteriores, el ahorro fue de un 4% respecto al año anterior. Narbona ha pedido a las comunidades que restrinjan el uso del agua en parques, jardines y piscinas como ocurrió en 2003.

El consejero de Agricultura de Murcia, Antonio Cerdá (PP), prevé cortes de agua inminentes: "El Gobierno no hizo bien los cálculos y trasvasó más agua de la que se podía. Narbona dijo que con las desaladoras no habría restricciones y a eso se han agarrado. No han querido que haya cortes de agua y ahora no sé qué va a pasar".

Es decir, tanto el Gobierno como la Comunidad de Murcia sabían que debía restringirse el uso del agua, pero ninguno ha querido tomar la decisión.

La sequía es imprevisible y puede acabar de golpe. En los embalses de cabecera del Tajo, tras perder 120 hectómetros en el último año, otro otoño seco sería dramático. Los regantes de Murcia, que ya no pueden ni soñar con el agua del Tajo, cuentan con el apoyo del presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, para sacar la virgen de la Fuensanta en procesión para pedir lluvia.

Pantano de Entrepeñas, Guadalajara, ayer por la mañana.
Pantano de Entrepeñas, Guadalajara, ayer por la mañana.ULY MARTÍN

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