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Tribuna:17 DE MAYO, DÍA DE INTERNET
Tribuna
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Agua, azucarillos y aguardiente

Si bien es posible que ya haya sido utilizada en demasiadas ocasiones, no me resisto a aprovechar las fechas en las que este año se celebra el Día de la Sociedad de la Información, tan relacionadas por las fiestas isidriles con la tradición más zarzuelera, para traer a colación la frase de "La verbena de la Paloma" en la que Don Sebastián venía a decir lo siguiente: "hoy las ciencias adelantan una barbaridad". No sabía bien Ricardo de la Vega lo que puso en boca de los protagonistas de esa zarzuela al escribir su libreto.

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La segunda mitad del siglo pasado y el vertiginoso comienzo del presente acentúan la actualidad de tan castiza expresión. Incluso hay asuntos que trascienden la mera tecnología y se plantan en el siempre espinoso apartado de los derechos. Como sucede con Internet y, por segunda derivada, con la banda ancha. Y no lo duden , llegará el día en que el servicio universal lo será realmente para hacer llegar a todos los rincones el acceso a alta velocidad a la red.

Tener o no tener derecho a acceso a Internet a través de banda ancha. No es malo que nos planteemos esta cuestión a la vista de los efectos que su desarrollo está poniendo sobre el tapete. Recientes estudios llevados a cabo en los Estados Unidos presentan el siguiente resultado: aquellas comunidades donde la penetración de la banda ancha es mayor, tienen una tasa de empleo superior en un punto al resto. Y es que estamos inmersos en un mundo en el que no sólo la globalización marca estilos de trabajo, pues además de con todos, se debe trabajar instantáneamente. Invertir en banda ancha es hacerlo en competitividad y hacerlo en todo el territorio, significa invertir en cohesión.

Dentro del caminar de nuestro país hacia la Sociedad de la Información, las cifras sobre banda ancha no son precisamente de las que desaniman. El crecimiento en el primer trimestre de 2006 en relación con el mismo periodo de 2005 ha sido del 18%. Dígitos en los que debería moverse casi todo el arco de indicadores si queremos ver reducida la distancia con los que nos preceden. Además, y como punto de mejora adicional, son de prever beneficiosos efectos provenientes de la oferta de banda ancha de telefonía móvil. Perfecta simbiosis para lo que se avecina. No en balde, Analysis Research pronostica que en 2010 el porcentaje de hogares de la UE que dispondrán de banda ancha y una o más líneas de telefonía móvil ascenderá al 37%. Nada menos que un mercado potencial de unos 63 millones de hogares y 143 millones de líneas móviles asociadas a ellos, o lo que es lo mismo un gran mercado para los operadores integrados.

Ahora bien, de nosotros dependerá que el uso que demos a esas infraestructuras sea el más adecuado, el más productivo. Ahora mismo España ocupa el vigésimocuarto lugar en la clasificación mundial que contiene The e-readiness 2006 rankings acerca de la capacidad de un país para sacar rendimiento a Internet. En Europa somos los décimoterceros. Magros resultados, como reflejará con mayor amplitud el Informe eEspaña 2006 que prepara la Fundación. Para mejorarlos es preciso el esfuerzo de todos.

Las Administraciones son responsables de las grandes líneas macroeconómicas y deben tener en consideración la modificación del marco existente al examinar las necesidades de los consumidores y las de la industria, y animar a crear un entorno apto para invertir, innovar y, en consecuencia, crecer. Suyas son algunas de las responsabilidades acerca del completo desarrollo de infraestructuras, acerca del aumento de la participación ciudadana en las tareas de gobierno mediante el uso de las nuevas tecnologías, acerca del impulso a las medidas que permitan evolucionar la administración electrónica…

Por su parte, las empresas, la microeconomía en estado puro, deben responder a las nuevas tendencias del mercado, bien creando nuevos modelos de negocio, bien adaptando los antiguos a la nueva realidad. En este sentido, las PYMES deberían ser capaces de utilizar competitivamente algunas de sus mejores armas, como son la adaptabilidad, la capacidad de tomar decisiones con rapidez y de implantarlas de la misma forma en la compañía. Armas que algunas de las grandes ya han sabido incorporar con la paulatina creación de "ecosistemas", figura que trasciende al clásico departamento, en cuanto a que disfruta de una cierta dosis de autonomía gerencial, y que coexiste con el resto del negocio gracias a una constante interconexión.

Entretanto, y ahora ya con los pies en el suelo, asistimos a las macroeconómicas cifras que nos ofrece la microeconómica gestión empresarial cuando el asunto en cuestión es el comercio electrónico en España. Según datos de Eurostat, el 10% de las empresas españolas compra por Internet y el 2% vende, lo que supone el 0,5% de las ventas totales (0,2% si sólo consideramos las empresas pequeñas). La media aumenta estas cifras hasta el 36%, el 11% y el 2,5%, respectivamente. De los 21 países de la UE25 que han aportado datos, superamos a uno, y estamos hablando de una de las actividades electrónicas que reporta mayor valor añadido a las empresas. Por volver a utilizar términos del género chico, se necesita bastante agua para aclarar la situación, serán precisos muchos azucarillos para mejorar el sabor de boca que a veces dejan, y espero que sean los menos los que se arrojen al equivocado consumo de aguardiente como medio para superarlos. Los demás, a trabajar. Y si a la vez se innova, mejor.

Manuel Gimeno, Director General de la Fundación France Telecom España

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