La Generalitat catalana autorizará las "cooperativas autogestionadas" de prostitutas

El anteproyecto de ley que ha redactado la Generalitat para regular la prostitución en Cataluña prevé la creación de "cooperativas" de meretrices como forma de "autogestión" de sus servicios. La normativa pretende favorecer esta salida para las prostitutas, hasta el punto de que asegura que el reglamento que desarrolle la ley podrá eximir a estas cooperativas de los requisitos, medidas y condiciones previstas. Pese a ello, la Generalitat ha establecido que las casas de prostitutas autogestionadas no podrán tener más de seis habitaciones, mientras que cuando se trate de otro tipo de burdeles gestionados por empresarios, el límite será de 12 habitaciones (una medida encaminada a impedir los macroburdeles). El borrador también eleva a 21 años la edad mínima para ejercer la prostitución.

La iniciativa legislativa de la Generalitat es la primera de este tipo en España. El Departamento de Interior que dirige la socialista Montserrat Tura ya ha redactado el último borrador y ahora faltan los preceptivos informes legales, por lo que es probable que antes del verano lo apruebe el Gobierno catalán y se remita al Parlamento autonómico para su tramitación. Se trata de una normativa en la línea de la que han redactado los países europeos, como Holanda o Alemania, en los que está regulada la prostitución. La consejera Tura ha conseguido sacar adelante su iniciativa, al menos en esta primera fase, con el apoyo de la dirección del PSC y pese a la oposición de algunos colectivos feministas. Estas son algunas de las novedades del anteproyecto al que ha tenido acceso EL PAÍS.

- Tipos de locales. El borrador recoge cuatro tipos de locales en los que podrán ejercer las prostitutas: los bares de copas, los locales que ofrecen actuaciones o espectáculos eróticos, con o sin escenario o pista de baile, los moteles o casas de relax destinadas exclusivamente a la prostitución y las gestionadas directamente por las meretrices.

- Número de habitaciones. En el caso de los locales, bares y moteles, el número de habitaciones no podrá exceder de 12, mientras que en las casas de relax y en las autogestionadas el límite será de seis habitaciones o reservados. A todos los establecimientos se les aplicará, si procede, la legislación sobre establecimientos abiertos al público y espectáculos públicos. El horario de apertura y cierre quedará fijado en el reglamento que desarrolle la ley. La jornada laboral de las prostitutas se establece en ocho horas diarias y hasta seis días por semana.

- Cooperativas de prostitutas. El artículo 16.5 del anteproyecto prevé que las casas regentadas por prostitutas se gestionen a través de cooperativas. Estas sociedades tendrán como única finalidad la adquisición, el alquiler o la cesión de los locales donde ejerzan, así como de "los elementos auxiliares necesarios o convenientes para la actividad de sus socios". Los promotores de la ley consideran que es la mejor fórmula para que las prostitutas sean las únicas beneficiarias de su trabajo y no hayan de repartirse parte de sus ingresos con terceras personas que las tutelan y, en muchas ocasiones, explotan.

- Casas autogestionadas. La fórmula de las casas autogestionadas es la apuesta de la Generalitat. El artículo 16.4 del borrador explica que el reglamento futuro podrá eximir a estas casas del cumplimiento de los requisitos, medidas y condiciones que establece la ley. De esta manera se facilita a las meretrices la salida de la calle y su instalación en un local gestionado por ellas sin necesidad de que reúna los requisitos que se exigen cuando se trata de burdeles explotados por terceros. Entre estos requisitos figura, por ejemplo, que el acceso al local se realice por la vía pública, que se encuentren a una distancia mínima de 250 metros entre sí y que éste sea también el límite con los centros escolares. Igualmente se prohíbe que estas casas se sitúen en edificios en régimen de propiedad horizontal (por ejemplo, casas de vecinos), como sucede actualmente.

- Macroburdeles. Del futuro de los grandes burdeles que funcionan actualmente en Cataluña no se dice nada en el anteproyecto y la cuestión se definirá también el el reglamento. Los impulsores de la ley descartan su clausura y piensan que, aunque no hay nada decidido todavía, una buena fórmula pasaría porque redujeran el número de habitaciones. En cualquier caso lo que pretende la ley es evitar iniciativas empresariales como la que se estaba llevando a cabo en La Jonquera, localidad fronteriza con Francia, donde se construía un macroburdel de 558 habitaciones. La Generalitat lo ha paralizado argumentando falta de seguridad.

- Edad mínima.

La edad laboral de las profesionales del sexo se eleva de la actual de 18 años a 21. Los redactores opinan que este margen de tres años más puede ser determinante en la madurez de la persona y puede hacerle recapacitar sobre la elección de la prostitución como primer opción laboral. En Alemania tampoco se puede ejercer con menos de 21 años.

- Áreas limitadas. Cuando entre en vigor la ley catalana, la prostitución estará prohibida en los espacios públicos, sean carreteras, el centro de las ciudades o determinadas calles. Con todo, el anteproyecto contiene una disposición transitoria que permitirá a los ayuntamientos, acotar áreas limitadas durante un período máximo de un año y de forma improrrogable desde la entrada en vigor de la ley. Las asociaciones de prostitutas habían solicitado la creación de barrios rojos, al estilo de los que funcionan en algunas ciudades europeas, pero la Generalitat lo ha descartado por el rechazo que generarían.