Cuatro muertos y ocho heridos graves al volcar un autocar con 26 niños en Asturias

Cuatro personas -un niño, un adolescente y dos monitores- perdieron ayer la vida al volcar un autocar de boy scouts en Villallana (Asturias). Ocho de los ocupantes sufrieron heridas muy graves, y el resto, 21, resultaron heridos de diversa consideración. El autocar regresaba a Gijón desde la provincia de León con 26 chicos y chicas de entre 4 y 16 años, cinco monitores y un cocinero, además del conductor, después de cuatro días de campamento en la localidad de La Vecilla. Las tareas de identificación de las víctimas concluyeron a primera hora de la madrugada. Ayer se desconocían las causas del siniestro.

K. S. M., de 9 años, A. G. A., de 15, y un monitor, C. M. P., de 20 años, perdieron la vida en el mismo lugar del accidente, mientras que la cuarta fallecida, una monitora de unos 40 años, V. S. G., murió durante su traslado al hospital. La confusión sobre la edad y la identidad de las víctimas se mantuvo durante toda la noche. En un primer momento, varias fuentes indicaron que el número de niños muertos podía elevarse a tres. Posteriormente, fue arraigando la convicción de que se trataba de dos niños y dos adultos. El informe forense confirmó de madrugada las identidades y las edades, dado que el estado que presentaban los cuerpos dificultó las labores de reconocimiento.

El vuelco del autocar se produjo sobre las seis y media de la tarde a unos 30 kilómetros al sur de Oviedo, en la autovía A-66 (Campomanes-Oviedo), el principal acceso al centro de Asturias desde la Meseta. El autocar, de la empresa gijonesa Joaquín Sánchez, matriculado en 1996, volcó sobre la calzada, que estaba mojada, y quedó cruzado en la misma. La parte posterior del vehículo quedó fuera de la vía. Esta madrugada se desconocían las causas del siniestro.

Los 29 heridos fueron evacuados a los hospitales Valle del Nalón, en Langreo; Álvarez Buylla, en Mieres, y al Central de Asturias, en Oviedo. Los ocho heridos de mayor gravedad son todos menores. Tres fueron ingresados en la UVI; otro estaba siendo operado anoche y otros cuatro fueron evacuados desde los centros sanitarios en que fueron atendidos en un primer momento al hospital Central de Asturias, por la gravedad de sus heridas. Algunas víctimas sufrieron mutilaciones, traumatismos severos y lesiones medulares. Las familias, que tuvieron que recibir atención psicológica, se enteraron del siniestro cuando aguardaban en Gijón la llegada de sus hijos. Los accidentados pertenecían a la parroquia gijonesa de San Miguel de Pumarín.

"El autobús empezó a botar, miré a la cuneta y vi el quitamiedos de la carretera cada vez más cerca, hasta que volcó", relató a Efe Elena González, de 17 años, una de las integrantes del grupo. La joven, que fue dada de alta poco después de ser atendida en el hospital, relató: "Vi el quitamiedos cada vez más cerca del autobús, me agarré, cerré los ojos y dije: '¡Que sea lo que Dios quiera!". Tras el accidente, agarró a una "niña pequeña con un ataque de histeria" y salió del autobús. Este accidente es el más grave de transporte escolar desde el 26 de julio de 2000, cuando perdieron la vida 23 jóvenes y cinco adultos al chocar un autocar contra un camión en Golmayo (Soria). El Ayuntamiento de Gijón decretará hoy una jornada de luto en señal de duelo.

Otro de los siniestros más graves del fin de semana ocurrió el sábado en el pueblo valenciano de L'Olleria, en el que fallecieron cuatro personas, de entre 17 y 45 años, al chocar frontalmente un Citroën Xsara robado contra un Opel Astra a la salida de un túnel.