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Reportaje:El desafío iraní

Irán prosigue su huida hacia delante

El régimen de los ayatolás anuncia la construcción de dos nuevas plantas de energía atómica

Ángeles Espinosa

Irán prosiguió ayer su huida adelante en la crisis nuclear con el anuncio, para el próximo mes, de sendos concursos para la construcción de dos plantas de energía atómica. La noticia parece un nuevo desafío a la comunidad internacional, cuando falta menos de una semana para que concluya el plazo de la ONU para que Teherán renuncie a enriquecer uranio. A la vista de las divisiones mostradas por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, los responsables iraníes están convencidos de que no va a lograrse un consenso en su contra, lo que dificulta que Washington pueda materializar sus amenazas.

"Rusia y China están bajo la presión de Estados Unidos, pero el sistema unipolar del mundo no favorece sus intereses", declaró ayer Ali Hoseini Tash, vicesecretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN) para Asuntos Estratégicos. El alto responsable, cuyas palabras fueron recogidas por la agencia oficial iraní, IRNA, se mostró convencido de que ni hay ni va a producirse consenso internacional sobre Irán. "Esos dos países saben que las crecientes presiones no van a ayudar a resolver el caso iraní", añadió. El CSSN es la más alta instancia encargada de la política nuclear.

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Preguntado por la declaración de la ONU, el alto responsable del CSSN dijo que, "aunque es mala y retorcida, no dice nada que no hubiera sido previamente mencionado en los informes de la junta de gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y no es vinculante". Y añadió: "Estamos buscando el camino correcto para resolver los problemas mediante la negociación y el entendimiento, pero si alcanzarlo supone renunciar a nuestros derechos, eso no va a suceder en las actuales circunstancias".

Producción de electricidad

Esa actitud, que parece ser predominante en las altas esferas iraníes, pone en contexto el anuncio del embajador iraní ante el OIEA, Ali Asgar Soltanie, de la próxima salida a concurso de la construcción de dos nuevas centrales nucleares. El régimen iraní justifica su insistencia en enriquecer uranio para obtener su propio combustible nuclear en que ha proyectado una veintena de plantas atómicas para la producción de electricidad y no quiere convertirse en rehén de un abastecedor exterior. Sin embargo, Washington teme que esa tecnología le permita acceder a la bomba atómica.

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El portavoz de la diplomacia iraní, Hamid Reza Asefi, volvió a denunciar ayer las "exageraciones y deformaciones que intentan envenenar la situación y despertar inquietud sobre el programa nuclear iraní, que es pacífico y normal". "Estados Unidos está colérico porque ningún país le apoya", manifestó Asefi, que también acusó a ese país de "intentar debilitar las instituciones internacionales utilizando la mentira de las políticas unilaterales".

"Todos los países podrán presentar ofertas", declaró Soltanie, cuyas palabras fueron recogidas por la radio iraní, tratando de transmitir una idea de transparencia. El embajador, que participaba en una conferencia en Moscú, precisó que los proyectos saldrán a concurso "el próximo mes", pero no aclaró si se refería a mayo o al próximo mes iraní, que comienza el 22 de mayo. Ambas plantas se localizarán en la región de Busher, donde ya está a punto de completarse la primera central nuclear de Irán con ayuda rusa.

Moscú rechazó el pasado jueves una petición de Estados Unidos para que sus ingenieros dejen de trabajar en esa central, cuya terminación está prevista a finales de año. Aunque Rusia y China se han unido al llamamiento de Washington y las potencias europeas para que Irán ponga fin a su programa nuclear, también han dejado claro que, de momento, no apoyan que se le impongan sanciones cuando el próximo día 28 concluya el plazo que le dio la ONU.

Washington está tratando de recabar apoyos para que el Consejo de Seguridad adopte una resolución que haga alusión al capítulo 7 de la Carta de la ONU, lo que abriría el camino al establecimiento de sanciones e incluso de medidas militares. A este respecto, Soltanie advirtió de que un eventual ataque de Israel contra sus instalaciones atómicas desencadenaría una "catástrofe nuclear", ya que propagaría la radiación por todo Oriente Próximo. "Sería una catástrofe mundial, por lo que la comunidad internacional no debería permitirlo", dijo.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad (segundo por la izquierda), durante un desfile militar en Teherán el pasado martes.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad (segundo por la izquierda), durante un desfile militar en Teherán el pasado martes.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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