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Maragall prepara una remodelación de su Gobierno ante la salida de Esquerra

El PSC pretende crear macroáreas para gestionar los departamentos ahora en manos republicanas

Miquel Noguer

Con la salida de Esquerra Republicana (ERC) del Gobierno catalán considerada ya como una cuestión de horas, el Partit dels Socialistes (PSC) trabajaba ayer para gestionar el escenario posruptura y sacar adelante el Ejecutivo de Pasqual Maragall hasta las próximas elecciones que, según todos los indicios, se avanzarán a otoño. A la espera de que el presidente Maragall tome la última decisión, en medios del tripartito se consideraba más que probable que el Gobierno llegue a los próximos comicios sin nombrar a nuevos consejeros y creando macroáreas que agrupen los seis departamentos ahora en manos de ERC.

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Con esta fórmula, las seis áreas gobernadas por ERC quedarían adscritas a otros departamentos en manos del PSC y de Iniciativa. Ello permitiría dos cosas: no paralizar la Administración catalana a la espera de una cascada de nombramientos y, en la vertiente política, suavizaría la difícil ruptura con Esquerra, pues la mayoría de altos cargos nombrados por los consejeros republicanos mantendrían sus puestos en la Generalitat. El número de cargos supera los 200.

Mantener en sus puestos a estos altos cargos, obedece a la firme voluntad de Maragall de que la ruptura con ERC sea lo menos traumática posible. El presidente necesita una amplia victoria del en el referéndum del próximo 18 de junio. Y sabe que una expulsión de sus consejeros es todo lo que necesita Esquerra para prender fuego a la mecha de una incendiaria campaña contra el texto.

Lo mismo piensa Iniciativa per Catalunya, cuyos dirigentes son conscientes de que, ante un escenario hostil, y en un referéndum convocado en un domingo ya veraniego, los partidarios del no serán quienes más se movilicen. Por este motivo, ayer, el presidente de ICV, Joan Saura, se mostró partidario de que los consejeros de ERC no abandonen el Ejecutivo. En cambio, otros dirigentes socialistas, del círculo próximo al presidente, consideran que Maragall debe hacer "un gesto de inequívoca autoridad para restablecer la confianza del electorado socialista".

Pero la estrategia que está intentando trazar Maragall junto a los dirigentes del PSC no acaba el 18 de junio, la previsible fecha para la consulta estatutaria. Ni Maragall, ni los socialistas ni Iniciativa quieren romper todos los puentes de diálogo con los republicanos, pues quizá tengan que necesitarles tras las elecciones. De aquí la idea de negociar la salida de los consejeros pero mantener en la Administración a buena parte de los cargos de confianza republicanos. Este fue uno de los puntos que, según fuentes del tripartito, abordaron el pasado martes por la tarde el presidente Maragall con el primer consejero, Josep Bargalló, en el transcurso de una reunión en el Palau de la Generalitat.

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Al calor de estas negociaciones, ayer, el presidente de ERC, Josep Lluís Carod, fue meridianamente claro sobre qué le espera a Maragall en caso de echar a los republicanos sin miramientos. "Si Esquerra no es válida para estar en el Gobierno ahora, ¿por qué iba a serlo dentro de unos meses, cuando haga falta la presencia de ERC para un nuevo Ejecutivo de izquierdas en Cataluña?", se preguntó.

Sin embargo, fuentes próximas a Maragall insistían anoche en que el presidente todavía cree posible un "gesto" de buena voluntad por parte de ERC, por ejemplo que los republicanos abandonaran el Gobierno por su propio pie. De hecho, y según confirmaron a este periódico fuentes de ERC, un dirigente de la formación planteó esta posibilidad a sus compañeros de partido. Sin embargo, su propuesta no prosperó. La reunión que en la tarde de ayer mantuvieron Maragall y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puso un nuevo círculo de presión sobre el jefe del Ejecutivo catalán. Según fuentes del PSC, Zapatero pidió a Maragall que actuara con pies de plomo y que, para nada, contribuyera a radicalizar el discurso de ERC. Fuentes de la presidencia del Gobierno negaron esta versión.

Maragall tomará su decisión tras reunirse por la mañana con los líderes de los tres grupos del tripartito y, a media tarde, con el jefe de la oposición, Artur Mas. Maragall sólo ha excluido de su ronda de consultas al presidente del PP catalán, Josep Piqué. Ayer por la noche lo hizo con el primer secretario del PSC, José Montilla.

Los dirigentes de ERC Josep Lluís Carod Rovira, Josep Bargalló (de espaldas), Ernest Benach (a la derecha) y Joan Ridao, ayer en el Senado.
Los dirigentes de ERC Josep Lluís Carod Rovira, Josep Bargalló (de espaldas), Ernest Benach (a la derecha) y Joan Ridao, ayer en el Senado.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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