Los pilotos exigen a Iberia que garantice su sueldo hasta los 65 años mediante aval

A cuatro días del inicio de la huelga convocada en Iberia entre el 10 y el 16 de julio, el sindicato de pilotos SEPLA ha hecho llegar al presidente de la compañía, Fernando Conte, sus exigencias para un acuerdo. Destacan tres: compromiso de mantener los puestos de los 1.800 pilotos de plantilla; exigencia de un aval bancario que garantice a cada uno el cobro del salario hasta los 65 años y garantía, mediante la pignoración de bienes y derechos (incluidos los aviones), de las indemnizaciones por despidos no justificados. Iberia anunció ayer que suspenderá 240 vuelos cada día de huelga.

El enfrentamiento entre el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) y la dirección de Iberia es total. El sindicato recela de las consecuencias de la anunciada puesta en marcha de la línea de bajo coste Catair. Y exige garantías concretas de que el colectivo de pilotos no se verá afectado. No le bastan las declaraciones realizadas desde la dirección de la compañía que sostienen que no habrá más bajas de pilotos que las vegetativas. Iberia asegura que la nueva compañía será independiente y que, como tal, contratará a sus pilotos.

El SEPLA, que reprocha a la dirección de Iberia la falta de cintura para negociar y para realizar propuestas, quiere garantías concretas. Y se las ha hecho llegar al presidente de la compañía, Fernando Conte. Según fuentes cercanas a la negociación, la primera exigencia, no negociable, es el compromiso de Iberia a mantener el empleo de todos los pilotos y a no presentar expedientes de regulación de empleo que les afecten siquiera indirectamente.

Pero hay más. El SEPLA exige, además, la garantía de los salarios de cada piloto hasta que cumplan los 65 años. El medio sería un aval bancario que se renovaría cada año, expedido por una entidad de primer orden y a favor de cada piloto. La cuantía del aval se modificaría anualmente en función de las mensualidades que cada piloto tuviera pendiente de cobrar hasta los 65 años.

Para el caso de que Iberia decidiera proceder a despidos no justificados de pilotos, el SEPLA quiere otro colchón de seguridad. En concreto, propone a Iberia que garantice el pago de las indemnizaciones que les correspondieran, también sobre la base de cálculo de los 65 años, mediante la pignoración a favor de cada piloto de bienes y derechos de la sociedad, incluidos aviones, derechos de tráfico, acciones de Catair y otros activos.. El sindicato aspira a que el compromiso, de ser aceptado, no sólo obligue a Iberia, sino también a sus accionistas.

Este periódico intentó ayer, sin éxito, obtener más detalles del SEPLA sobre la propuesta que ha hecho llegar al presidente de Iberia. El sindicato se limitó ayer a hacer público un comunicado en el cuestiona las posiciones de Iberia la contratación por la compañía aérea, en calidad de asesor de la firma Garrigues, del ex presidente del Consejo Económico y Social (CES), Federico Durán. Éste fue el árbitro del laudo que acabó con el enfrentamiento sindical en Iberia en el año 2001, durante el Gobierno del PP.

El sindicato de pilotos, sin embargo, valoró "positivamente" la contratación, también como asesor, del ex vicepresidente de Teneo (luego SEPI), Miguel Cuenca, integrado ahora en la firma Cusan Abogados. Iberia confirmó ayer que ha contratado a esta firma como asesora.

Por otra parte, Iberia explicó ayer que durante los días de huelga, entre el 10 y el 16 de julio, en plena temporada alta de desplazamientos, tendrá que suspender hasta 240 vuelos diarios, aproximadamente un tercio del total.

Afectados

Los afectados son ya más de 200.000 ya que éste, según la compañía, es el número de reservas ya efectuadas. Los vuelos suspendidos suponen, aproximadamente, un tercio de los vuelos que cada día opera Iberia. Los vuelos de Iberia Regional Air Nostrum (más de 400 diarios), no se verán afectados.

Iberia aseguró ayer que está buscando "todas las alternativas posibles" para evitar la huelga. Y no descarta incluso emprender acciones en la Audiencia Nacional, ya que considera ilegal que la protesta se dirija contra una decisión empresarial y no por la situación laboral de los pilotos.

Para defender su postura, la compañía Iberia esgrime la carta enviada a los pilotos el pasado 21 de junio por el director general de Iberia, Enrique Donaire. En la carta, Donaire aseguraba que "es radicalmente falso" que los puestos de trabajo de los pilotos estén en peligro por la nueva compañía y explicaba que el Plan Director de la empresa no prevé ningún tipo de baja distinta de las vegetativas.

No obstante, el director general de Iberia precisaba también que el Plan Director de la compañía contempla nuevas contrataciones de pilotos, siempre que no mantengan las condiciones laborales y salariales que tienen los pilotos de la actual plantilla.