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Reportaje:Especial educación

Formación a lo largo de la vida

Este curso empiezan los 'masters' oficiales, los títulos adaptados a la Declaración de Bolonia

Livelong learning, o de forma más corta, L3. Lo que es lo mismo: aprendizaje a lo largo de la vida. Ésta es la expresión tomada del inglés que se ha popularizado y que permite definir la importancia que hoy en día tienen los masters, posgrados, especializaciones y actualizaciones para sus alumnos.

Aprender durante toda la vida es una meta que se proponen muchas personas. Su objetivo: actualizar permanentemente sus conocimientos en un mundo cambiante. La formación constante permite a los alumnos adaptarse con éxito a las exigencias de un mercado laboral que cada vez exige más versatilidad a todos los profesionales.

Hay dos grandes tipos de cursos. Por una parte, los que se dirigen a los profesionales en activo que ya llevan años de experiencia en el mercado laboral. Por otra, también hay títulos para los recién licenciados, cuyo propósito es capacitarlos mejor para que su inserción laboral sea lo más exitosa posible.

El coste de un curso oficial se sitúa entre 800 y 1.200 euros
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Además de esta distinción, antes de elegir bien un programa hay que tener en cuenta otra clasificación. Este curso se ponen en marcha un nuevo tipo de titulaciones de posgrado. Son los llamados masters oficiales, los programas que se adaptan a la Declaración de Bolonia, un texto aprobado por todos los estados miembros de la Unión Europea.

La finalidad de este documento oficial es lograr la convergencia de los sistemas universitarios de los estados en los próximos años. De este modo, las titulaciones estarán reconocidas en todos los países miembros de la Unión Europea.

Con este documento oficial, la Europa de los 25 quiere reforzar los vínculos entre sus universidades y formentar la movilidad de estudiantes, trabajadores e investigadores por todo el continente. En cuanto a formación posuniversitaria se refiere, una de las grandes novedades en este sentido son los títulos interuniversitarios: programas de posgrado que ofertan conjuntamente universidades de diferentes países.

La declaración de Bolonia obliga a replantear el sistema universitario. Hasta la entrada en vigor de este texto, la universidad se estructuraba en tres ciclos: el primero, que cursaban todos los universitarios y duraba una media de dos o tres años. El segundo lo formaban los últimos años de una licenciatura. Por último, el tercer ciclo: los programas de doctorado dedicados exclusivamente a los alumnos que querían centrar su actividad profesional en la docencia académica y la investigación.

Esta estructura de tres ciclos tiene los días contados. Las universidades europeas tienen de tiempo hasta 2010 para adaptarse a la Declaración de Bolonia, y durante este tiempo tendrán que efectuar los cambios correspondientes para adecuarse al nuevo marco.

El documento europeo apuesta por una nueva estructura de la educación universitaria, en la cual todos los estudios durarán una media de cuatro años. Tras finalizar la carrera, los alumnos obtendrán la titulación de graduado, que reemplazará a las actuales diplomaturas y licenciaturas.

La formación no se acabará en el grado. Tras esta fase habrá otra, formada los masters oficiales, una nueva categoría que engloba dos grandes tipos de titulaciones: las que se centran en la investigación y las dirigidas a capacitar profesionales en ámbitos del conocimiento específicos.

La emergencia de los masters oficiales no significa que desaparezca la formación posuniversitaria que ha existido hasta la fecha, que pasará a denominarse no oficial.

Pero ¿dónde radican las distinciones entre la oferta no oficial, la que ha existido hasta la fecha, y la oficial?

De entrada, en el precio. Los masters oficiales son mucho más baratos y el precio por crédito se sitúa entre 22 y 28 euros, o lo que es lo mismo: el coste se de un curso se sitúa entre 800 y 1.200 euros.

Los masters oficiales son más económicos para el estudiante porque la Administración asume buena parte del coste. En cambio, en la oferta no oficial es el alumno quien asume la totalidad del gasto.

Otra particularidad de la formación oficial es que es pública. En consecuencia, son las propias administraciones educativas las encargadas de acreditar estas titulaciones.

La metodología de los cursos oficiales también es distinta. "Los masters oficiales reducen las horas de docencia directa, las llamadas clases magistrales", explica Anna Sastre, vicerrectora de política académica de la Universidad Politécnica de Cataluña.

"El estudiante tiene un papel más activo en su formación, ya que será evaluado de forma diferente y se tendrá en cuenta la totalidad de su esfuerzo: el tiempo dedicado al estudio, seminarios, tutorías o trabajos individuales y en equipo", añade Sastre. En este sentido, Maite Martínez, del departamento de innovación docente de la Universidad Autónoma, cree que "los cursos oficiales pretenden capacitar al alumno para que pueda ejercer determinadas competencias, no sólo se limita a la teoría".

En cuanto a la oferta no oficial, hay que tener presente que también existen diferentes títulos, cuya diferencia radica en el número de horas de clase que recibe el alumno. Los masters constan de un mínimo de 300 horas, y los posgrados de entre 150 y 300. Actualizaciones y especializaciones son programas muy reducidos: un conjunto de pocas sesiones centradas en un ámbito formativo muy concreto.

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