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La campaña electoral en Cataluña

Montilla llama a los inmigrantes a respetar los "valores básicos"

El candidato del PSC dice de los cheques de CiU: "Igual que se dan se pueden quitar"

Miquel Noguer

El candidato del PSC, José Montilla, no se ha cansado de abominar en los últimos días de la propuesta convergente de lanzar un carnet por puntos para la integración de los inmigrantes. Pero tampoco quiere que su electorado, a menudo residente en barrios con un alto índice de personas inmigradas, piense que el suyo es el partido de los papeles para todos como repite machaconamente el Partido Popular.

Por este motivo, Montilla quiso entonar ayer un alegato en favor de la inmigración "legal" y el control de la misma al tiempo que lanzaba un llamamiento a luchar "incluso con beligerancia" para mantener los "valores básicos de nuestra sociedad". Éstos son, en opinión de Montilla, la "laicidad de las instituciones y la igualdad de la mujer". Este respeto a los valores, junto a la promoción de la inmigración "legal y ordenada", es la receta de Montilla para evitar nuevos conflictos sociales derivados de la inmigración. Más concretamente, Montilla se comprometió aplicar con vehemencia las escasas competencias en extranjería del nuevo Estatuto de Autonomía. Entre ellas, la Inspección de Trabajo o la participación de la Generalitat en la fijación de los cupos de entrada.

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El candidato del PSC no escogió un lugar cualquiera para lanzar este mensaje. Lo hizo en Terrassa, escenario de un importante brote xenófobo en 1999, en el barrio de Ca n'Anglada, que encendió todas las alarmas de las instituciones.

Más allá de la inmigración y en un mitin en el centro de Terrassa, Montilla se centró en desvelar la cara oculta de los cheques de servicios que propone Artur Mas para incentivar la natalidad y mejorar la atención social. "Los cheques no son la solución, pues de la misma forma que se dan, se pueden quitar", aseguró Montilla, quien contrapuso la fórmula de Mas a la del PSC, basada en la expansión de los servicios públicos: "Los servicios quedan, los cheques no", remachó el candidato antes de poner un ejemplo de cheque que no tuvo larga vida. Y, casualidades de la vida, el responsable de su desaparición no fue otro que Artur Mas, circunstancia que Montilla repitió a bombo y platillo en su mitin de Terrassa. El cheque en cuestión era la ayuda para la compra de vivienda que en 1996 instauró el Gobierno de CiU con Artur Mas como consejero de Política Territorial. Un documento aportado ayer por los socialistas indica que esta ayuda, del 5% del precio de venta del piso, sólo duró un año. Quien lo retiró fue el mismo Departamento de Política Territorial, todavía con Artur Mas como responsable.

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Tal ejemplo le vino de perlas al candidato socialista para reiterar, ayer, que el líder de Convergència i Unió "no es solvente" y para recordar que recortando la ayuda "Mas se ahorró 24 millones de euros".

Este ataque frontal vino acompañado de la cantinela preferida por los socialistas para esta campaña en relación con el candidato convergente: la "prepotencia" de Mas. En esta ocasión Montilla achacó a esta característica de Mas la "derrota" del candidato nacionalista en el debate de TV-3 el pasado viernes. Los socialistas consideran que, pese al más que discreto papel de Montilla, éste salió reforzado del duelo televisivo por las estridencias del candidato nacionalista.

Lo cierto es que, coincidiendo con el debate, la entrada de José Luis Rodríguez Zapatero en la campaña electoral y la publicación de las encuestas de ayer, favorables a los intereses del PSC, los ánimos han subido notablemente en el Partit dels Socialistes, y no sólo entre la dirección. También los asistentes a los mítines reciben a Montilla con mayor alegría y desparpajo. El ejemplo más claro de ello se dio el sábado por la tarde en Sant Joan de Vilatorrada (Bages) con un mitin dirigido a mujeres y que tuvo más público que los celebrados en los feudos socialistas de Mataró o Santa Coloma de Gramenet la semana pasada.

Los socialistas también esperan sacar tajada en este final de campaña de los contactos secretos entre Artur Mas y Mariano Rajoy en 2003 desvelados este fin de semana. Aunque la consigna en el PSC es dejar que sean CiU y el PP los que se peleen por este episodio, Montilla se preguntó ayer en público y en clave irónica: "Por qué Artur Mas no llevó el notario a sus encuentros con Rajoy".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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