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EL FUTURO DE EUSKADI

La policía halla 700 kilos de explosivos en una granja al sur de Francia

Tres presuntos miembros de ETA roban una furgoneta en Francia horas antes del comienzo del alto el fuego decretado por la banda

La policía francesa ha localizado hoy setecientos kilos de amonal y cloratita, así como 30 detonadores y temporizadores en una granja al sur del país, han informado fuentes de la lucha antiterrorista.

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Los explosivos se encontraban dentro de varias bolsas que, según las fuentes, podrían llevar algún tiempo en la granja, ubicada en el departamento de Lot, la misma región donde recientemente dos presuntos etarras asaltaron a dos gendarmes y les robaron parte de sus uniformes y armas reglamentarias, antes de trasladarles a una granja abandonada. La policía francesa trabaja con la hipótesis de que los explosivos guarden relación con el robo cometido por ETA el 22 de diciembre en la localidad de Heudebouville. Este extremo está pendiente de que sea confirmado por los técnicos policiales. El robo de Heudebouville fue cometido por dos hombres y una mujer armados con pistolas que se apoderaron de 1.290 kilos de polvo de aluminio en la empresa Radium Bronze.

Robo de una furgoneta

Por otra parte, tres presuntos etarras han robado a media mañana una furgoneta en una gasolinera de la localidad francesa de Bord les Orgues, en el departamento de Cantal, han informado fuentes de la lucha antiterrorista a las agencias Europa Press y Vasco Press. El robo se produce horas antes de que se produzca el inicio efectivo del "alto el fuego permanente" anunciado ayer por la organización terrorista.

Los tres individuos han llegado a la estación de servicio a bordo de una furgoneta Renault Kangoo. Uno de los ocupantes se ha bajado del vehículo y se ha acercado a una furgoneta marca Citroën Berlingo que se encontraba con las llaves puestas. El individuo ha aprovechado un descuido del dueño para huir con el vehículo seguido del segundo turismo.

El personal de la gasolinera pudo tomar la matrícula de la Renault Kangoo e informar del robo a la Gendarmería, que comprobó que la matrícula había sido falsificada. Poco después se estableció un amplio dispositivo de seguridad en la región para intentar localizar a los dos vehículos, aunque sin resultado. Los servicios policiales franceses consideran que los autores del robo podrían ser miembros de ETA.

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